Este Búho no comprende cómo algunos descerebrados de las redes sociales no entienden el terrible flagelo que se vive en el Perú con la proliferación de la maldita ‘industria de los secuestros’.
Tras el rescate de la empresaria Jackeline Salazar inundaron las redes con mensajes alucinantes. ‘Son psicosociales del Gobierno’, ‘Montesinos sí sabía armar cortinas de humo’, ‘es Armani’, ‘han sacado presos de las cárceles y los han metido a la casa de Carabayllo’, ‘la mujer les abrió la puerta’…
Increíble que el fanatismo y resentimiento cieguen a alguna gente. Otros lo hacen por convicción. Para dar la contra. Acá creemos que Dina Boluarte no sabe dónde está parada en el gobierno y es la continuación de Pedro Castillo, pero la realidad hay que contarla tal cual.
Los secuestros no son un invento. Los plagios se han multiplicado en Trujillo, por citar un caso, donde un empresario tuvo que pagar 150 mil dólares por su libertad a la banda ‘Los Pulpos’ y desmintió a la Policía que lo habían rescatado.
Allí también a un comerciante y prestamista le cercenaron tres dedos para obligar a la familia a pagar. Y hace unos días unos feroces delincuentes se llevaron a un minero informal de Pataz, y a su guardaespaldas y una joven de 23 años. A los tres los mataron y les prendieron fuego.
En Lima todos recordamos con indignación cómo un odontólogo fue ‘centrado’ por su amante venezolana y salieron videos donde les imploraba a sus padres que paguen el rescate porque lo iban a matar. Al final apareció muerto en los Pantanos de Villa y la venezolana fue capturada en su país y el gobierno del sátrapa Nicolás Maduro se opone a extraditarla.
El llamado ‘Monstruo’ dirigió el plagio de una escolar, Valeria, cuando regresaba de su colegio, les solicitó a sus padres un millonario rescate y sigue libre y hasta se le ve en discotecas. El caso de Jackie sacudió a la opinión pública porque las cámaras de seguridad mostraron cómo a una empresaria dueña de un gimnasio, la joven Jackeline Salazar, la sacaron de su auto, se la llevaron y exigieron dos millones de soles y amenazaban a la familia con mutilarla si no pagaban el rescate.
Los audios de la joven llorando y pidiendo que paguen fueron desgarradores. Mis felicitaciones al equipo policial que, en una brillante acción de inteligencia, logró dar con la guarida de los malditos y salvar a la mujer sana y salva. Además capturaron a varios de los plagiarios. Cuando los policías despliegan todos sus recursos actúan como verdaderos profesionales.
En el país hace años que ya no había secuestros, pero desde el 2017 se reactivaron después que PPK le abrió las puertas del país a la migración venezolana, donde llegaron en su mayoría personas honradas, pero también se dio carta libre para que Maduro abra las cárceles de Tocoró y otras jaulas para que los peores delincuentes de Sudamérica, como lo son los del ‘Tren de Aragua’, lleguen a Colombia, Ecuador, Perú y Chile a instalar su reino del terror.
Recuerdo que en los años ochenta y noventa reinaban los secuestros. Las bandas del ‘Cojo Mame’ —asesinado en Challapalca—, los hermanos Sánchez Bedón, por la delincuencia común, y el maldito MRTA, que secuestraba empresarios y los sepultaba en las terribles ‘cárceles del pueblo’. En Estados Unidos el secuestro es tipificado como el peor de los delitos. Porque es el más cruel de todos, pues no solo afecta a la víctima —que sufre encierros infames, torturas físicas, mutilaciones y daños psicológicos—, sino que involucra directamente a los familiares, a quienes se les va un poco de su vida en las horas en que su pariente permanece cautivo.
Este columnista reconoce que en este caso la labor de la Policía Nacional ha sido impecable, pero que la presidenta Dina Boluarte no haga tanto show. Que la Policía vuelva a ser ese escuadrón que logró capturar a Abimael Guzmán y a Sendero Luminoso y que no se convierta en una institución al servicio de bajos intereses políticos y de poder. Apago el televisor.
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