Este Búho considera que el Perú, en este 2023, puede calificarse con el nombre de la película de Brian de Palma: ‘Misión Imposible’. Fueron doce meses de convulsión y no podemos salir de la crisis política y recesión económica. Por eso les presento mi reclamado ranking de hace varios lustros ‘Lo bueno, lo malo y lo feo’. Vamos con todo. Y ya saben, el que se pica pierde.
El HOMBRE DEL AÑO: No hay un hombre o una mujer que expresen individualmente esta mención. Son los hombres y mujeres del Perú, anónimos, los que con su trabajo honrado y sacrificado salen adelante sin robarle la plata al Estado, ni inclinarse por el lado oscuro de la criminalidad.
EL HOMBRE DEL BAÑO: Encarcelado con justicia por ladrón y golpista en flagrancia, Pedro Castillo. Se pasó todo el año tratando de justificar su ridícula asonada. ‘No me acuerdo’, ‘estoy secuestrado’ y ‘el Congreso me obligó’ son algunas ‘perlas’ utilizadas para victimizarse. Lo increíble es que hay alguna gente que todavía le cree. Hay que jalar la palanca.
LA INCAPAZ DEL AÑO: La presidenta Dina Boluarte. Asumió el poder en forma legítima, pero le quedó muy grande el puesto. Mucha ignorancia, arribismo de ‘groupie’ viajera para conocer famosos en momentos de crisis y su indiferencia ante el azote de la criminalidad y la crisis económica.
EL MAÑOSO: El congresista Juan Carlos Lizarzaburu, quien con el micrófono prendido ofendió a su colega de bancada naranja, de quien decía ser su gran amigo, con expresiones vergonzantes: ‘Todas se ponen sostenes con relleno y Patty Juárez no es la excepción, tiene unas tetitas (risas). Ya las miré bien’. Una vergüenza de un tipejo digno de este Congreso.
EL ‘AMIGUIS’: El premier Alberto Otárola retribuía muy bien a sus pulposas ‘amiguitas’ que lo visitaban en su despacho y lo recibían en departamentos caletas, según denunció ‘Panorama’. El ‘intenso’ primer ministro las ‘premiaba’ con contratos en la Presidencia del Consejo de Ministros y con tremendos sueldazos. Así cualquiera ‘campeona’.
EL ODIADO: El desaforado entrenador de la selección Juan ‘Cabezón’ Reynoso concentró los odios de todos los peruanos al destruir lo bueno que tenía la selección. Nos dejó últimos sin ganar un partido. Sin dignidad, lloró para que le paguen millones como si nos hubiese clasificado al Mundial. Le cae a pelo la frase: ‘Era tan pobre que solo tenía dinero’, como cantaba Joaquín Sabina.
LA DEPORTISTA DEL AÑO: Nuestra marchista Kimberly ‘Kimy’ García. Ganó la más importante competencia del circuito de oro en La Coruña, consiguió la medalla de oro en los 20k y plata en la posta en los Panamericanos de Santiago y cerró el año elegida como la mejor marchista del mundo 2022-2023.
LA DESPEDIDA: Nuestro premio nobel de Literatura Mario Vargas Llosa anunció tras la publicación de ‘Le dedico mi silencio’ que no volverá a escribir más novelas ni columnas periodísticas. Se extrañará esa columna principista y combativa del gran Mario.
LA CUENTERA: La empresaria de Marka Group, Sada Goray. Para salvarse inventó que la extorsionaron para que pagara millones a Pedro Castillo, Salatiel Marrufo y el exministro Geiner Alvarado. Pero la verdad es que pagó coimas para instalar su mafia y dirigir el Fondo MiVivienda, Techo Propio, la Superintendencia de Bienes Nacionales, Cofopri y hasta Sedapal, y ganar millones en proyectos. Por ‘pinocha’ está en una fría celda en Santa Mónica.
EL REGRESO SIN GLORIA: El de Alejandro Toledo, extraditado como un vulgar coimero de Estados Unidos al Perú en abril. Recluido en la misma prisión que su enemigo político Alberto Fujimori, el ‘Cholo’ está ‘por la sombrita’, pero en una audiencia rompió en llanto implorando que le den arresto domiciliario aduciendo que padece de cáncer. Pero no hay informes médicos que lo certifiquen. Como diría el de Cabana: ‘Yo conozco a mis pescados’.
LA INSENSIBLE: La congresista Rosselli Amuruz, compañera de Hernando Guerra García en la mesa directiva congresal, quien el día del velorio del legislador se fue a una ‘rumba cubana’ que terminó en escándalo y con un muerto.
Me quedé corto. Esto recién empieza y mañana continúo. No me llamen, estoy en una hermosa playa del norte del país. Apago el televisor.
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