Del saque somos carnecita… Estuve el lunes en la noche en el Nacional y la firme que la hinchada se entusiasma con los chibolos de la selección. Pero tomemos las cosas con calma. Pisen pelota. El equipo mostró movilidad, entrega, toque, se ve unión y compromiso, pero a la vez son ligeritos. Los chicos se mueren de ganas por mostrarse con la ‘blanquirroja’ y eso se aplaude. Eso sí, en one hay que parchar. Que nadie se alucine más que el otro y tampoco aguantar niñerías a nadie. El rival fue de pobre nivel, esos zambos parecían botones del Westin y Marriot, y eso ayudó. Trinidad y Tobago no es Ecuador ni mucho menos Brasil, rivales a los que enfrentaremos en la Copa América Centenario. Esto recién empieza. Ojalá que nadie se maree y empecemos a construir las piezas de recambio en la selección. Así es…
El ‘Chaval’ Benavente, con pocos partidos con la bicolor, se ha ganado el cariño de la gente. El pueblo aplaude su entrega y humildad. No basta ser goleador en tu equipo o ganar títulos en el extranjero. Aquí se valora lo que das por tu país. Defender a tu patria es un sentimiento que nace del alma. Es bobo puro. Por eso, dan cólera esos sonsos que siguen esperando a Lapadula. Y no va cher…
Tengo fe en ese chico ‘Beto’ Da Silva, quien tiene tremendo futuro. Su permanencia en Europa lo está haciendo madurar. Ha crecido en masa muscular y en técnica. Marcó un golazo con sangre fría. Si sigue trabajando el doble y cuida bien su cuerpo, tendremos un ‘9’ que pelee el puesto face a face con Paolo. Curuju… Me voy, soy fuga.
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