La desaparición de la joven Marta Calvo, de 25 años, en España ha conmocionado a toda la sociedad. El principal sospechoso de la desaparición es un hombre colombiano que confesó que la descuartizó y arrojó las partes del cuerpo a contenedores.
Personas cercanas a la investigación informaron de que este hombre, Jorge Ignacio T.J., con antecedentes delictivos, declaró a los agentes que es el autor de la muerte de la joven Marta Calvo.
La víctima desapareció el pasado 7 de noviembre en un municipio de la provincia de Valencia, después de haberse citado por internet con el detenido, que este miércoles se entregó a la Guardia Civil después de estar casi un mes en paradero desconocido.
La Guardia Civil considera que el sospechoso es autor de una agresión “que posiblemente le hizo perder la vida” a Marta Calvo, según informó el delegado del Gobierno en Valencia, Juan Carlos Fulgencio.
A la joven se le perdió la pista en la vivienda que tenía alquilada el colombiano en la localidad valenciana de Manuel, cuya ubicación le envió a su madre la noche en que desapareció.
Desde que se perdió la pista de Marta Calvo, la Guardia Civil, cuerpo que se encarga de la seguridad en las zonas rurales, realizó continuas batidas por las proximidades del pueblo donde desapareció, incluido un río que bordea la localidad, en las que participaron agentes, perros especializados e incluso un helicóptero.
“Jorge Ignacio está detenido, se encuentra en España y se va a proceder a su interrogatorio sobre la desaparición violenta de Marta. La hipótesis que siempre se ha barajado es que sufrió una agresión violenta que posiblemente le hizo perder la vida”, explicó Fulgencio.
El detenido no llegó a salir de España y su captura fue posible gracias a “la presión policial”, subrayó el delegado del gobierno, quien no dio más detalles sobre el operativo.
El sospechoso fue detenido en Italia en 2008 y condenado después por tráfico de drogas, por estar en posesión de nueve kilos de cocaína, pero sus antecedentes en España son por multas y resistencia a la autoridad, en casos relacionados con la seguridad vial.
El medio “El Mundo” contó que el sospechoso se dejaba ver muy poco entre los vecinos y solo sabían de él cuando se encendía el farol de su vivienda.
Los habitantes señalan que casi nadie tuvo contacto con el colombiano durante su estadía en la localidad.
La Guardia Civil busca a otra joven desaparecida en la misma zona, aunque el delegado de gobierno prácticamente descartó la conexión entre ambos casos y afirmó que la hipótesis con la que trabajan los agentes en este último caso es que “podría ser una desaparición voluntaria”, aunque van a comprobarlo.
Fuente: con información de EFE