A Craig Moody (42) los médicos le dijeron que si seguía comiendo como lo estaba haciendo, moriría pronto. Esta alerta fue decisiva para que salve su vida, pues en unos meses logró bajar más de 100 kilos y ahora es prácticamente la mitad del hombre que era. Todo ocurrió en Reino Unido.
Este empleado de Lancashire y natural de Blackburn cuenta que primero se negaba a escuchar las advertencias de sus amigos y familiares, pues consumía 8 mil calorías, cuando por su peso y edad solo necesitaba un máximo de 2,400.
GASEOSAS
Craig comía hamburguesas con embutidos, dulces de todo tipo y otros alimentos grasosos, además de tomar gaseosas. También bebía docenas de botellas de cerveza cada fin de semana.
“Tenía un deseo irrefrenable de comer comidas grasosas y dulces. Pesaba más del doble de lo normal para mi talla. Por eso los médicos me dijeron que debía elegir entre la comida excesiva y la vida”, expresó el empleado.
Agregó que ahora lleva una vida más sana y ha mejorado su autoestima.