Evo Morales, renunciante presidente de Bolivia, recibirá asilo político en México, anunció el canciller del país azteca, Marcelo Ebrard. Agregó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) decidió darle el beneficio debido a que su vida e integridad están en riesgo.
Ebrard indicó que el lunes por la tarde recibió una llamada de Evo Morales en la que les "solicitó verbal y formalmente asilo político en nuestro país", calidad que se le concedió porque "su vida y su integridad corren riesgo".
Horas antes que México le otorgue el asilo político a Evo Morales, Ebrard indicó que para el gobierno de AMLO existió un golpe de estado en Bolivia contra el gobierno de Evo Morales.
Asimismo, dijo que procedería a informar de esa decisión a sus homólogos bolivianos para que procedan "a otorgar el correspondiente salvoconducto", así como "garantías de que la vida, integridad personal y libertad del señor Morales no serán puestas en peligro y podrá ponerse en seguridad".
"El ejército de Bolivia pidió la renuncia del presidente y el presidente Evo Morales resolvió presentar su renuncia para evitar una guerra civil, por consiguiente es un golpe porque el ejército pidió la renuncia del presidente y eso violenta el orden constitucional", explicó Ebrard.
México, junto a Uruguay, Cuba, Venezuela y el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, coincidieron en calificar de golpe lo ocurrido en el país andino. El resto de países de la región mostraron su preocupación pero eludieron ese término y enfatizaron la necesidad de que se realicen elecciones democráticas libres y que se transite por un camino de paz.
"México no aceptaría un gobierno de carácter militar... Lo que ayer ocurrió es un retroceso para todo el continente. Estamos muy preocupados", agregó el secretario de Relaciones Exteriores.
Ante la amenaza de militares y policías y el desborde popular, Evo Morales renunció al cargo de presidente de Bolivia luego que anunciara la realización de nuevas elecciones. Este anuncio se dio luego que el comandante en jefe de la institución castrense, Williams Kaliman, y el comandante de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, leyeron por separado sendos comunicados, sugiriendo la renuncia del ahora expresidente.