¡Se confirmó lo peor! La tarde de este viernes, el presidente ecuatoriano Lenín Moreno informó que los dos periodistas y el chofer secuestrados hace 18 días en la frontera entre Colombia y Ecuador, fueron asesinados.
‘Tenemos información que confirma el asesinato. Los criminales nunca tuvieron la voluntad de liberarlos, lo único que querían era ganar tiempo’, dijo el presidente Lenín Moreno en una conferencia de prensa.
El periodista Javier Ortega (32), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el chofer Efraín Segarra (60), equipo periodístico de El Comercio, fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en Mataje, zona de frontera entre Colombia y Ecuador. Al parecer, el responsable sería ‘alias Guacho’, un ecuatoriano que lidera la disidencia de las FARC.
Efraín Segarra, periodista de corazón
Efraín Segarra tenía 60 años cuando fue asesinado. Nació en El Oro pero desde pequeño vivió en Quito. Siembre se dedicó a manejar, como lo hacía desde hace 16 años en El Comercio. Siempre dispuesto a trabajar en las diferentes coberturas del medio, el ‘periodista de corazón’ vivió de cerca sucesos muy importantes.
Desde terremotos, partidos de fútbol, inundaciones, entre otras coberturas, Efraín Segarra compartía lo emociónate de su trabajo a través de sus cuentas de Twitter y Facebook. ‘Buenas tardes rumbo a San Lorenzo, el trabajo nos llama. Abrazo’, fue uno de sus últimos tuits.
Los hijos de Segarra, el mayor de los cuales es periodista y trabaja en El Comercio, dijeron que antes de ver partir por vez a su padre, se le notaba preocupado. El recordado conductor se dirigió a las casas de Javier Ortega y Paúl Rivas, la última noticia que su familia tuvo de él.
Paúl Rivas, fotoperiodista con más de siete premios internacionales
Un chaleco de periodista y su cámara fotográfica era lo único que necesitaba Paúl Rivas para salir a la cancha. Estudió en el colegio San Gabriel y más tarde se especializó en diseño y logró ingresar a El Comercio, donde trabajó durante 22 años hasta el día de su muerte.
La pasión por la fotografía le vino de su padre, quien le enseñó el arte del periodismo deportivo. Asimismo, tal como le sucedió a él, le heredó la técnica a su hija carolina, quien incluso compartió un proyecto fotográfico.
"Era muy perfeccionista y siempre que tenía una idea para temas fuertes como el de los desaparecidos, los héroes mutilados y olvidados de la guerra del Cenepa o los viejitos que no salen de las faldas del Tungurahua, los planea por meses. Suele decir que hay que dejar reposar las ideas, que hay que darles vueltas hasta tener el concepto perfecto", una de las mejores amigas de Paúl Rivas, Ana María Carvajal.
Javier Ortega, hincha de Messi
Javier Ortega, junto a su familia, se vio obligado a salir de Ecuador tras la crisis económica de 1998. Más tarde regresó para estudiar comunicación social ya que su pasión siempre fue el periodismo. Empezó la carrera como practicante en Últimas Noticias y luego pasó a El Comercio, donde se especializó en temas de justicia.
Los deportes, en especial el fútbol y el atletismo, fueron su pasión. En su habitación deja más de ocho medallas así como una cámara Nikon, herencia de su padre, quien fue propietario de un estudio fotográfico en Quito.
El periodista fue hincha de Xavi Hernández, Leo Messi, Pep Guardiola y David Villa, grandes figuras del Barcelona, su equipo predilecto. Al lado de su cama, en su mesa de noche, aún están sus credenciales de periodista, las mismas que jamás podrá volver a utilizar.
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