Santiago de Chile. [EFE]. El Gobierno de Chile pidió este martes a los manifestantes que lleven mascarilla y respeten la distancia social para evitar la propagación del coronavirus durante la conmemoración el próximo domingo del primer aniversario de la ola de protestas contra la desigualdad.
“Los ciudadanos tiene derecho a manifestarse, es un derecho constitucional. Lo que nosotros pedimos es que lo hagan en calma, sin violencia, sin destruir y manteniendo ojalá el uso de mascarilla y el distanciamiento físico”, dijo el ministro chileno de Salud, Enrique Paris.
El próximo 18 de octubre se cumple un año desde que estallaron en Chile las revueltas sociales más graves desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de muertos y miles de heridos, además de episodios de violencia extrema con saqueos e incendios.
Las marchas, que fueron multitudinarias durante varios meses, estuvieron suspendidas durante la pandemia, pero en las últimas semanas la gente ha vuelto a salir a la calles y se espera una reactivación de la crisis esta semana y a medida que se acerca el histórico plebiscito sobre una nueva Constitución del próximo 25 de octubre.
Tanto el referéndum como el aniversario del estallido social se celebrarán en un momento de máxima tensión y con el cuerpo policial de Carabineros en el punto de mira por prácticas abusivas en la dispersión de marchas y acusado por distintos organismos internacionales de violaciones a los derechos humanos.
Al menos 40 personas fueron detenidas el lunes durante varios protestas organizadas en apoyo a la causa mapuche en Plaza Italia, la rotonda de Santiago que es el epicentro de las manifestaciones, donde también se registraron cruentos enfrentamientos y destrucción de mobiliario público.
“Nosotros no avalamos la violencia de ninguna manera y espero que todo el espectro político se encargue también de atacar a ese tipo de manifestaciones violentas”, insistió Paris en rueda de prensa.
Chile, con casi 19 millones de habitantes y la mayor tasa de testeo por millón de habitantes de la región, es el decimocuarto país más afectado del mundo, según la Universidad Johns Hopkins.
Las autoridades sanitarias informaron además de que en las últimas 24 horas se registraron 1.392 nuevos casos de COVID-19 y 17 muertes, lo que eleva el balance total a 484.280 infectados y 13.396 fallecidos desde inicios de marzo.
El país, que se encuentra con toque de queda nocturno y bajo estado de excepción hasta mediados de diciembre, mantiene aún las escuelas y las fronteras cerradas, pero avanza en el plan de apertura gradual de la economía y la mayor parte de las ciudades están ya desconfinadas.