Emmanuel Macron, presidente de Francia, anunció una serie de medidas para mitigar el impacto de la epidemia del coronavirus en la economía del país europeo que no afecte la vida de los ciudadanos, agregando que estaban en “guerra” contra el virus. El mandatario francés mencionó que se destinará 300 millones de euros a salvar las empresas para que ninguna de ella quiebre debido al COVID-19.
Asimismo, mencionó que el gobierno francés asumirá el pago de los créditos bancarios contraídos; se suspenderá el pago de impuestos y cotizaciones sociales, de las facturas de agua, luz y gas, así como los alquileres.
“Ningún francés se quedará sin recursos”, sostuvo Macron.
El jefe de Estado de Francia también sostuvo que quedan paralizadas todas las reformas en trámite como reforma de las pensiones, en la que también se incluye el subsidio de desempleo. “El gobierno está obligado a dedicarse en exclusiva a combatir el coronavirus. Estamos en guerra”.
Emmanuel Macron había anunciado que la limitación de los desplazamientos entrará en vigor este martes a partir de la medianoche durante 15 días que, posiblemente, se pueden prorrogar.
Entre las excepciones se incluye visitar a familiares dependientes o pasear al perro.
El aumento de las restricciones se produce en un momento en que las últimas cifras oficiales evidencian el avance del coronavirus en el país: en 24 horas ha habido 1,210 nuevos casos y 21 muertos, lo que eleva el balance a 6,633 contagios y 148 fallecimientos.
Esta situación ha conducido al aplazamiento de la segunda ronda de las elecciones municipales, prevista inicialmente para el 22 de marzo, después de la celebración de la primera este pasado domingo, en la que la abstención fue histórica y superó el 50 %.