Río de Janeiro. [AFP]. Brasil superó el domingo los 100.000 casos de COVID-19, con más de 7.000 muertos, aunque se considera que las cifras oficiales están ampliamente subvaluadas.
Este país de 210 millones de habitantes y de dimensiones continentales se ubica en el noveno lugar mundial en términos de personas infectadas, con 101.147 casos, según el último balance oficial del Ministerio de Salud.
Sin embargo, es el séptimo en relación a los fallecidos, superando a Alemania, con 275 nuevos decesos por COVID-19 en las últimas 24 horas.
En la noche del domingo, una proyección sobre la célebre estatua del Cristo Redentor del Corvocado intentará dar la impresión que el rostro de Jesús está cubierto por una mascarilla, para alentar a la población a usarla.
Numerosos especialistas consideran que el total de casos confirmados de COVID-19 es 15 veces inferior a la realidad, en razón de que sólo los pacientes graves son sometidos a tests de detección de la enfermedad.
La situación es crítica en varios estados, con hospitales que ya aparecen desbordados, a pesar de que el pico de la pandemia está lejos de haber sido alcanzado en el mayor país de América Latina.
El presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro ha intentado desde el comienzo de la pandemia de minimizar su alcance y ha criticado las medidas de confinamiento adoptadas por los gobernadores de la gran mayoría de los estados.