El ciclón Fani se debilitó hasta convertirse en una depresión a su entrada en Bangladesh este sábado después de dejar un gran rastro de destrucción en India, aunque parecía haberse evitado un gran desastre humano.
Según los medios locales, 12 personas murieron en la India y, de acuerdo a la policía, otras 12 en Bangladesh, un número considerado pequeño en comparación con la cantidad de víctimas provocadas por otros ciclones, lo que llevó a la ONU a alabar a las autoridades.
Unas 1,2 millones de personas fueron evacuadas a lugares seguros en el estado de Odisha en la India, y 1,6 millones en Bangladesh. En este último país, 36 aldeas se vieron inundadas y 2 mil viviendas destruidas.
El ciclón, que llegó a estar acompañado por rachas de viento de 200 kilómetros por hora, tocó tierra el viernes en la ciudad sagrada de Puri, en India, antes de seguir hacia Bangladesh, y fue uno de los más fuertes en el océano Índico en años.
Incluso, los vientos se sintieron hasta en el Everest, donde una tienda salió volando del Campo 2, a 6.400 metros de altura.
— El cuarto ciclón en 30 años —
El Departamento Meteorológico de la India publicó el sábado en Twitter que Fani se debilitó hasta depresión a su paso por Bangladesh, y los vientos bajaron hasta los 70 kilómetros por hora.
"Estamos amarrando nuestro bote porque es nuestro único medio de ingresos. Solo Alá sabe cuándo podremos volver a pescar", dijo Akbar Alí, un pescador, cerca de la ciudad de Dacope en Bangladesh, mientras luchaba contra las olas para atar su barco a un árbol.
Las fuertes lluvias azotaron durante la noche y el sábado por la mañana al estado indio de Bengala Occidental y a su capital, Kolkata, incluida la zona de manglares de Sundarbans.
"Es un desastre total en las islas de los Sunderbans ya que el ciclón ha destruido todo en su camino, alimentando los temores de que los ríos podrían desbordarse y dejar vastas áreas bajo el agua", dijo Manturam Pakhira, ministro del gobierno de Bengala Occidental.
El responsable de la oficina de catástrofes del estado indio de Odisha, Prabhat Mahapatra, señaló que el balance de víctimas era provisional.
En Puri, ciudad sagrada del hinduismo que atrae a millones de visitantes y peregrinos, se tomaron medidas además para proteger al templo Jagannath, de 850 años de antigüedad.
"Solo en Puri hubo alrededor de 160 heridos. Siguen las tareas de rescate", declaró Mahapatra.
"Se puso oscuro y de pronto apenas podíamos ver cinco metros delante de nosotros", sostuvo un habitante de Puri.
"Ha habido puestos de comida callejeros y carteles de comercios que volaron por los aires", señaló un hombre desde un hotel en el que se refugió. "El viento es atronador", agregó.
Fani, que recorrió zonas por las que viven unas 100 millones de personas, fue la cuarta tormenta de este tipo en azotar la costa este de la India en tres décadas.
En 2017, el ciclón Ockhi dejó casi 250 muertos y más de 600 desaparecidos en los estados de Tamil Nadu y Kerala.
Fuente: AFP