Después del motín en el Centro de Recuperación Regional de Altamira, en el estado de Pará (Brasil), que dejó 57 muertos de los cuales 16 fueron decapitados, varios presos se pusieron a jugar fútbol con la cabeza de una de las víctimas.
En las imágenes que fueron difundidas por varios medios de comunicación de Brasil se observa a un preso dominando la cabeza mientras sus compañeros comienzan a patearlo.
Pese al humo y la iluminación no se distingue bien si es una cabeza o un objeto, pero se aseguró que es la primera mencionada considerando que habían decapitado a varios internos del penal.
La masacre en esta cárcel dejó un total de 57 muertos, 16 de ellos decapitados, tras el enfrentamiento entre las facciones criminales Comando Rojo y Comando Clase A de Brasil.
La Superintendencia del Sistema Penitenciario de Pará (Susipe) informó que dos agentes de la cárcel habían sido tomados como rehenes, pero luego fueron liberados.
La prisión brasileña tiene una capacidad de 200 reclusos, pero durante el motín había más de 300. Tras la masacre, la Oficina de Gestión de Seguridad Pública de Brasil ordenó el traslado urgente de 46 presos que participaron en los sucesos: 10 irán a una cárcel federal y los otros serán enviados a otras prisiones de la ciudad.