El cuerpo sin vida de Amanda Albach, una joven del estado de Paraná que estuvo desaparecida por 18 días, fue encontrado el pasado viernes en la playa de Irapirubá Norte de Laguna, en el estado de Santa Catarina, por la Policía brasileña.
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Según medios locales, una mujer y dos hombres fueron arrestados como principales sospechosos del asesinato y uno de los involucrados reveló a las autoridades el lugar donde estaba enterrado el cuerpo. Además, reconoció haberle disparado dos veces y obligado a cavar su propia tumba.
El crimen se habría producido el pasado 15 de noviembre.
El 14 de noviembre, la joven de 21 años fue vista por última vez después de asistir a una fiesta en la ciudad de Florianópolis, la capital de Santa Catarina, por el cumpleaños de una amiga, señala el jefe policial Bruno Fernandes, de la División de Investigación Criminal.
“Fue este vínculo el que la trajo [a la víctima] a esta casa en Santa Catarina. Vino a celebrar el cumpleaños de esta persona”, explicó.
Un día antes, Albach había publicado una fotografía en sus redes sociales desde el municipio de Imbituba tras emprender un viaje junto a dos amigos para vacacionar, lo cual su familia tenía conocimiento.
“Estos amigos suyos dijeron que se fueron de la fiesta y no la han visto más”, dijo Michael Pinheiro, abogado de la familia. Sin embargo, la Policía encontró “incongruencias en las declaraciones” y generó sospechas en la desaparición de Amanda Albach.
Según la defensa, la familia mantuvo contacto con la muchacha por última vez el 15 de noviembre: “Envió un mensaje a sus padres, alrededor de las 20:40, diciendo que regresaría a Fazenda Río Grande al amanecer. Desde entonces, no ha habido más noticias de ella. El celular está apagado y Amanda nunca ha accedido a WhatsApp de nuevo”.
Los parientes de la víctima notaron algo raro en la voz de Amanda y que durante el audio se escuchaba mucho viento, menciona la Policía. Y agrega que el crimen se produjo minutos más tarde de enviar el mensaje.
El motivo del asesinato todavía sigue en investigación, dijo Fernandes. “Uno de los investigados se sintió incómodo porque se dio cuenta de que Amanda le habría dicho a terceros que él estaría involucrado en el tráfico de drogas. Incluso habría tomado una foto de un arma que tenía en casa y se la habría enviado a estas personas. No le gustó esta situación y por eso decidió quitarle la vida”.
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