Un crimen ha conmocionado Brasil. En el municipio de Porto Vehlo, Fabiana Pires Santana, de 23 años, fue asesinada por su hermana, una adolescente de 13 años, para luego extraerle el bebé de ocho meses que llevaba en su vientre para dárselo a otra mujer, el pasado 21 de octubre. El hijo de siete años de Santana también fue acuchillado por la menor, que contó con la ayuda de un cómplice de 15 años, hijo de la mujer a quienes los investigadores señalan como la autora intelectual del crimen, y quien le habría ofrecido dinero.
Según los medios de Brasil, Santana fue atacada con una barra de hierro para reducirla. Todavía estaba con vida cuando la menor, con ayuda de su cómplice, le abrió el vientre con un cuchillo y le arrancó el bebé.
El crimen sucedió frente a los ojos de Gustavo Henrique Pires Maciel, hijo de Fabiana y sobrino de la adolescente. La joven lo dejó herido al acuchillarlo, llevó su cuerpo a un lago cercano y lo remató a piedrazos.
El padre de las hermanas alertó a la policía acerca de la víctima, sin imaginar que su hija menor fue quien la asesinó.
Las autoridades de Brasil detuvieron a la menor y su cómplice, que confesaron el crimen y culparon como la cabeza del asesinato a Kátia Barros Rabelo, que también fue arestada.
En la casa descubrieron al bebé, que sobrevivió al asesinato de su madre, y se encuentra en observación.
La intención de Barros Rabelo era presentar al pequeño como su hijo, frente a un hombre adinerado de quien era la amante, y a quien pretendía sobornar con la supuesta paternidad.
El suceso, que las autoridades siguen investigando, ha provocado que varios vecinos de Porto Velho incendiaran la casa de Barros Rabelo.
Por su parte, la hermana menor de la víctima indicó que la odiaba por considerarla cómplice de los abusos sexuales a los que la sometió el marido de esta en varias oportunidades. El acusado de las violaciones se encuentra no habido.