
Es normal que el adolescente quiera pasar tiempo a solas en su habitación, pues este es su refugio, el lugar privado donde puede dejar fluir su verdadera personalidad, pensamientos, crisis y alegrías.
Sin embargo, si empieza a tener cambios drásticos en su comportamiento y estado de ánimo, hay una alteración en el sueño y apetito, llega de la calle y se encierra rápidamente en su cuarto, pone excusas para no compartir con la familia y cuando le preguntas qué le pasa solo atina a decir: ‘nada’; puede haber un problema de depresión o salud mental.
“Los padres tienen que estar muy atentos a las conductas de sus hijos, más ahora con el boom de las redes sociales que fomentan las comparaciones. A veces se encierran en sus cuartos porque están estresados, ansiosos y se sienten incomprendidos. Por eso, es importante fomentar la comunicación y escucha activa con ellos, así los ayudas a reflexionar sobre aquello que los perturba”, aconsejó el psicólogo Walter Hinojosa.
Aparte del diálogo, también es importante que planifiques actividades familiares, divertidas y atractivas para todos. Pregúntales a tus hijos adolescentes qué les gustaría hacer juntos, que ellos también sean parte de la organización, así estás reforzando la confianza en sí mismos. Pero trata de ser flexible y evita presionar demasiado, el chico tiene sus propios horarios y compromisos, y tienes que aprender a respetarlos.
No lo castigues por querer tiempo a solas, ya que puedes empeorar la situación y alejarlo aún más de la familia. Si no puedes lidiar con el tema, busca ayuda profesional.
No es malo sentir miedo, más aún si se está en la adolescencia, etapa de muchos cambios físicos y psicológicos. El psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa sostiene que el miedo promueve el buen desarrollo mental de los jóvenes, siempre que este sea controlado adecuadamente. ¿Cuáles son esos temores que atacan a los chicos?
♦A LA PÉRDIDA DEL SER QUERIDO. Aunque no lo creas, a tu hijo le preocupa mucho perder o sentir que se aleja de un amigo de la infancia, un familiar o de su mascota. Tal vez pienses que exagera, pero para él son experiencias nuevas en su vida.
♦AL RECHAZO. Este miedo no es exclusivo del ámbito amoroso, puede darse también entre amigos. Por ejemplo, cuando no logra acoplarse a un grupo o congeniar con una persona que le agrada, puede empezar a cuestionarse negativamente sobre su personalidad.
♦A LA FRUSTRACIÓN. Hay padres que alejan a sus hijos de cualquier situación poco placentera con tal de que estos no sufran una decepción. Grave error, pues cuando tengan que enfrentar episodios difíciles se sentirán impotentes e incluso pueden ser absorbidos por la depresión.
♦AL CAMBIO DE VIVIENDA. A los adolescentes les cuestan cambiarse de lugar de vivienda porque dejan a sus amigos, sus vivencias... el lugar en el cual guardó tantos buenos recuerdos. Por eso, entiéndelo y no le grites o trates que no esté triste o melancólico. Muéstrale comprensión, apoyo y empatía.
♦AL FUTURO. El adolescente ya está en una edad en la que debe ir viendo qué quiere ser en la vida, esto empezará a atormentarlo, pues notará las expectativas que tienes sobre él. Su cabeza se llenará de preguntas como: ¿Qué carrera debo seguir, qué pasa si me va mal en la universidad?
♦Deja que asuma las responsabilidades de sus acciones, esto le permitirá desarrollar tolerancia a la frustración. Eso no quiere decir que lo dejarás a su suerte, siempre debes estar ahí para apoyarlo.
♦Si llora frente a ti, no lo mires sorprendido y mucho menos digas: ‘Pobre mi hijito’ o ‘Los hombres no lloran’. Solo abrázalo fuerte y dile que todo estará bien.
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