La pandemia del nuevo coronavirus nos ha abierto los ojos sobre la importancia de nuestro sistema inmune, que trabaja las 24 horas al día para mantenernos saludable y apoyarnos en la recuperación cuando aparece alguna enfermedad como es el COVID-19.
Sin embargo, no puede tener éxito por sí solo ya que requiere de nutrientes claves para generar anticuerpos, proteínas y enzimas protectoras para mantenerlo funcionando. Y la mejor manera de obtener estos nutrientes es a partir de alimentos. María Isabel Vera, gerente médico en Abbott, nos explica qué nutrientes necesitamos y en qué comidas las encontramos:
Vitamina D: Ayuda a activar las células inmunes y a regular de manera apropiada su función, es crítica para la inmunidad innata. El salmón es una de las mejores fuentes naturales de este nutriente. Otras fuentes de vitamina D son los pescados como la trucha y el atún, leche fortificada y jugo de naranja. La mejor fuente para obtener vitamina D es la exposición solar, unos 20 a 30 minutos al día, aprovechemos al máximo los días soleados pues, aunque en todas las estaciones se absorben los rayos solares.
Vitamina E: Mantiene las membranas celulares saludables para que puedan ayudar a proteger el cuerpo contra sustancias extrañas. Algunas fuentes de vitamina E son semillas de girasol, aceite de cártamo, avellana y cacahuates.
Vitamina A: Es un nutriente clave para mantener saludable nuestra piel y el revestimiento de nuestro tracto respiratorio y digestivo, apoya en la producción de factores de regulación inmune como las citocinas. Los pimientos, espinaca, zanahorias, melón y la leche fortificada son fuentes de vitamina A.
Zinc: Es crucial tanto para el sistema inmune innato como para el adquirido y ayuda a la cicatrización de heridas. La carne magra tiene mucho zinc. Otras fuentes son las ostras, el cangrejo, el cerdo o los frijoles.
Proteína: Es un componente importante para los anticuerpos y las células inmunes y favorece la cicatrización de heridas. Algunas fuentes de proteína son pechuga de pollo, carne de res, cerdo, frijoles y legumbres, huevos y productos lácteos bajos en grasa, como leche, queso y yogurt.
Vitamina C: construye piel y tejidos sanos para resistir la entrada de bacterias y otros gérmenes. Los pimientos rojos están llenos de este nutriente. Otras fuentes de vitamina C son naranjas, uvas, kiwi, brócoli, pitahaya o camu-camu.
Llevar una dieta equilibrada puede proporcionar a tu cuerpo nutrientes que apoyan el sistema inmune. Antes de realizar cambios importantes en tu plan nutricional acércate a un profesional de la salud, quien te brindará y orientará sobre las mejores formas de satisfacer tus necesidades nutricionales, incluyendo cómo apoyar tu sistema inmune a través de una buena nutrición.