
La primera gran inquietud al terminar el verano es: ¿y ahora en invierno voy a engordar? Pues no deberíamos hacerlo. La alimentación se constituye en una herramienta muy eficaz para hacer frente al invierno, lo cual no implica engordar o comer más.
Al empezar el verano, generalmente tenemos que arreglar esos kilitos de más para entrar en nuestro traje de baño y prepararnos para la temporada de calor. Generalmente, comemos alimentos más frescos, como las frutas y las verduras, y abundante líquido.
Al llegar la etapa de frío, pues como que estos alimentos pierden vigencia, las ensaladas quedan de lado, las frutas no provocan mucho y el beber agua se hace algo imposible, generalmente recurrimos a alimentos más calóricos, a bebidas calientes y a nuestro querido chocolate. Otro factor importante es que en época de frío tenemos tendencia a menor actividad física, asimismo nuestro cielo limeño se ve muy gris, lo que hace que los problemas de depresión en algunas personas aumenten y, por consiguiente, exista más tendencia en esas personas a compensar comiendo dulces.
Pareciera que el panorama es muy desalentador e inevitablemente vamos a subir de peso en invierno. Nada más falso, es solo cuestión de tendencia, la cual nosotros podemos revertir para mantener nuestro peso y, sobre todo, una buena salud.

Algunos trucos
1. cambiar la ensalada con una crema de verduras
Al no comer muchas ensaladas, es ideal recurrir como primer plato a una crema de verduras, que no solo aporta minerales y vitaminas, sino que nos dejará más satisfechos. Estos pueden ser de zapallo o calabazas, coliflor, cebollas, zanahorias, poro, choclo. Tener mucho cuidado con las sopas de carnes que tienen en su contenido mucha grasa. Mis pacientes sancochan la presa y la retiran del agua, porque allí está toda la grasa. Si nos tomamos esas sopas, estaremos consumiendo toda esa grasa; asimismo, no conviene usar cubitos, ya que estos aportan sodio y tienen más grasa.
2. pasteles de verduras
Otra forma de reemplazar esas ensaladas es con un buen pastel de verduras, de espinaca, de acelga, de poro, de alcachofas.
Solo hay que cuidar que la masa no tenga demasiada mantequilla. Por eso, a veces es preferible realizarlas en el hogar con harina, aceite y agua caliente.
3. no comer muy tarde
Nuestra alimentación debiera ser liviana, porque el organismo digiere más lento en esta época. La última comida del día no debe pasar de las 8 de la noche, porque la gente suele dormir mucho más temprano. En esta temporada fría, el organismo funciona más lento, por eso requiere alimentos menos pesados, que sean a base de frutas y verduras. Por las noches se pueden comer compotas que son alimentos calientes y es una forma de no dejar de lado nuestras frutas.
4. hacer ejercicio
Nada mejor que el ejercicio para entrar en calor. Es importante mantener una rutina de caminata, trote o acudir a algún gimnasio de vez en cuando. Es importante que esta actividad se mantenga. Hay que recordar que en invierno aumentan las demandas energéticas y quizás comamos algo de más, pues nada mejor que el ejercicio para compensar ese chocolatito de más. Además, hay que saber es que los chocolates que dicen “diet o sin azúcar” tienen igual o más calorías que uno normal porque, en realidad, están elaborados especialmente para personas con diabetes, y suelen reemplazar la glucosa por grasa. Asimismo, si tenemos poca actividad, todo lo que comemos demás, el cuerpo lo ahorra y lo convierte en grasa.

4. comer legumbres como las menestras
Las legumbres también brindan un aporte calórico adecuado al gasto energético durante el invierno. Asimismo, es óptimo consumir arroz y pastas entre dos y tres veces por semana, para evitar comer más calorías que las acostumbradas, evitar usar salsas con cremas o altamente cargadas en grasa.
5. el agua es vida
No hay que disminuir el consumo de líquido, debe tomar entre seis y siete vasos de agua, limonada u otro refresco de alguna fruta. El organismo necesita agua las 24 horas del día, los 365 días del año, y no solo en verano. El agua mantiene hidratadas nuestras mucosas y estaremos menos expuestos a agentes externos. Si se están tomando antibióticos a causa de alguna infección respiratoria, es necesario reforzar la flora bacteriana intestinal con yogurt y fruta fresca muy rica en vitaminas.










