Katy VanNostrand, una mujer estadounidense de 34 años, tuvo que consultar con varios médicos antes de que alguno le diera un diagnóstico correcto. Y es que la salud la mujer empezó desmejorar de manera extrema al menos 20 veces al año.
Luego de muchos estudios, los especialistas descubrieron que tenía una reacción alérgica conocida como anafilaxia, la misma que se disparaba luego de hacer ejercicios muy intentos. Es así que Katy sabe que cualquier esfuerzo físico extremo, como tener sexo salvaje o correr con el perro, podría acabar con su vida.
Todo comenzó cuando tenía 22 años y estaba trotando con un antiguo novio. De la nada, comenzó a sentirse muy mal. ‘Frenamos y creí que en verdad estaba deshidratada. Levanté mi polo y mi novio me miró y dijo: Oh Dios’. La reacción había sido fulminante.
Cuando fue al hospital los médicos le dijeron que tenía una reacción anafilaxia, pero que cualquier cosa podría haberla causado. Le suministraron epinefrina y antihistamínico, aunque nunca determinaron el origen de la alergia.
A los 28 años se casó con su actual esposo, John, y se mudaron a Carbondale. Allí, mientras estaba con una amiga en el gimnasio, comenzó a sufrir otra reacción alérgica. Cuando fue al médico le recomendó que vea a un alergista. Este especialista fue quien descubrió qué pasaba con su cuerpo cada vez que hacía actividad física intensa.
Asimismo le explicó que cuando ingiere ciertos alimentos y luego hace alguna actividad física, sus hormonas se alteran y su corazón se acelera. Es así que dejó las uvas, los arándanos, la avena, el apio, la cebolla, el arroz e inclusive las nueces y la pimienta negra.
Ahora Katy tiene todo bien controlado. Sigue una dieta especial y siempre tiene a la mano una jeringa por si se le cierra la garganta. De esta manera puede tener una vida normal. Solo el año pasado logró participar en una maratón y dice que puede tener noches de pasión extrema con su esposo si evita comer lo que no debe.
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