El uso de hormonas en la menopausia está dirigido al alivio de los síntomas como los bochornos, sequedad vaginal y pérdida de interés en el sexo, entre otros síntomas. Sin embargo, su función para prevenir el aumento de infartos o la osteoporosis es también muy importante. Se han hecho estudios para asegurar que sean usados en forma correcta, oportuna y sin riesgos y estas son las conclusiones:
* Debe comenzar su uso dentro de los primeros 10 años de iniciada la menopausia.
* No debe aplicarse terapia hormonal en una mujer de más de 60 años.
* Tiene que indicarse la menor dosis que alivie los síntomas, y la mejor vía de administración es a través de la piel: gel, implantes, parches o también en anillos vaginales.
* El uso de hormonas en la menopausia reduce el riesgo de desarrollar diabetes, pero aumenta el riesgo de cálculos (litiasis) en la vesícula.
* Lo más importante es que el ginecólogo debe ser quien estudie a la paciente e indique la mejor opción.