Seguramente, alguna vez escuchaste la expresión ‘tirar la toalla’ con referencia a rendirse, darse por vencido o aceptar la derrota.
Mucha gente cree que esta frase surge en el boxeo, en donde, según las reglas, si una esquina lanza la toalla al ring es señal de que el pugilista no es capaz de continuar con la pelea.
Pero si ahondamos en la historia encontramos varias teorías que intentan explicar qué inspiró este uso.
Algunos dicen que data de la época romana y tiene que ver con la costumbre de tomar baños públicos en las históricas termas.
Resulta que en esos lugares uno no solo iba a bañarse, sino también eran un punto de reunión social y política.
Parece que en un tiempo se instauró una especie de ceremonial entre jóvenes interesados en conseguir protectores acaudalados.
Cuando los segundos realizaban alguna proposición y los primeros la rechazaban, hacían un nudo a la toalla, pero, si la aceptaban, la dejaban caer en señal de rendición.
Esto se evidencia en el hallazgo de inscripciones en piedra del siglo II d.C. con la frase en latín ‘linteum abicere’, en referencia a rendirse.
Otra hipótesis señala a las peleas de gladiadores en la antigua Roma.
Se dice que cuando un gladiador yacía malherido en la arena, esperando el pulgar abajo del César, sentenciando su muerte, algunos espectadores agitaban telas blancas, implorando piedad para salvar la vida del caído.