Toda experiencia sexual es relacionada, por lo general, con placer erótico. No obstante, en algunas ocasiones, esta actividad genera molestias, tanto durante como después del coito.
El experto en sexología, José Carlos Elías, menciona que son muchas las causas que producen que el sexo provoque una sensación displacentera. “Estos dolores son somáticos o físicos y de orden emocional o psicológico. A veces aparecen desde el inicio de la vida sexual o se da en algún momento de la vida adulta”, explica.
El síntoma más frecuente es la cefalea o dolor de cabeza de tipo explosivo que se da durante el orgasmo. Afecta, sobre todo, a hombres de 20 a 24 años y entre 40 a 50 años y puede durar entre 1 minuto a 3 horas, luego la molestia persiste por 12 horas o más. Asimismo, el dolor durante la penetración (en ambos géneros), que tiende a perdurar hasta 24 horas posterior al orgasmo. También ocasiona ardor, picazón y ganas de orinar.
Factores emocionales
Existen factores biológicos que marcan diferencias entre los hombres y las mujeres. En el género femenino se puede sentir tristeza o decepción debido a que sus parejas se duermen después de tener relaciones o no desean hablar o estar abrazados.
Y, en los varones, pensar que su desempeño en la intimidad no haya sido satisfactorio los hace sentirse preocupados y angustiados. Otro que afecta el libido es la ansiedad, que si bien todas las personas la tienen en algún nivel, el problema viene cuando hay un descontrol y ello influye en la cama.
¿Cuáles son las causas?
La falta de concentración por el trabajo, el estrés, no conocer lo que le gusta a la pareja y no chequearse con el médico ocasiona estos males. En los varones, la eyaculación lleva a la caída de la dopamina y la serotonina lo que provoca relajación y sueño. En las mujeres, estos neurotransmisores se mantienen altos.
Entre las soluciones están acudir al médico ante cualquier malestar físico que presente y no se automedique. En lo emocional, busque ayuda psicológica o asistan a terapias de pareja.
También es importante que el estrés de un día de trabajo no arruine una buena dosis de intimidad entre las parejas. Los expertos recomiendan apartar los quehaceres laborales cuando se está con la persona amada. Además, compartir una cena romántica, con velas, estimulará los sentidos para aumentar el placer.