Al igual que ocurre con enfermedades como la parvovirosis o el moquillo, la rabia debe tratarse de forma preventiva, con un esquema vacunal anual que garantice que tu perro está protegido. Por eso, los especialistas de Gabrica, te explicaran las características de esta enfermedad, cómo se transmite y qué es lo mejor que puedes hacer para evitar que tu mascota la contraiga.
Lo primero que debes saber es que se trata de una enfermedad mortal. Consiste en un virus muy antiguo que afecta principalmente a los mamíferos, por lo que los humanos y algunas aves también pueden contagiarse. Este virus ARN se transmite a través de la saliva de los animales infectados. Una vez el virus entra en contacto con el cuerpo del animal sano, avanza hacia el sistema nervioso central y sus glándulas salivales. Los síntomas de la rabia pueden comenzar a manifestarse luego de que transcurren de 2 a 24 semanas, pero la rapidez con la que avance la enfermedad dependerá de cuán cerca está la mordedura o lesión del sistema nervioso central.
Uno de los principales problemas con la rabia es que es difícil detectarla al principio, porque los síntomas no son del todo claros. Por eso, aunque esta etapa dura solo unos días, podrás notar su presencia en los cambios en el comportamiento de tu perro.
No hay forma de determinar la esperanza de vida de un perro que ha contraído la enfermedad. Como dijimos antes, esto dependerá del lugar en el que se haya producido la mordida. Pero, por lo general, desde que la enfermedad entra en su fase inicial hasta que escala a la rabia paralítica, pueden pasar de 15 a 90 días.
Una vez que la enfermedad se ha manifestado a través de la rabia furiosa, la mascota podría continuar con vida alrededor de 10 días, durante los cuales podrás notar que el animal paulatinamente va perdiendo la coordinación muscular, hasta que le es imposible moverse.
Desgraciadamente, no. De hecho, en algunos países es penado cualquier intento por mantener con vida a un animal con síntomas de la rabia, pues se considera un virus altamente infeccioso y de gran peligrosidad, no solo para otros animales, sino también para humanos.
La rabia es una enfermedad de notificación obligatoria, por eso, si se presume que el perro está enfermo, hay que hablar con las autoridades pertinentes cuanto antes. Se presume que un animal que tiene cierto historial médico, que no ha sido vacunado contra la rabia y que comienza a manifestar una conducta agresiva inusual, así como una salivación excesiva, ha contraído la enfermedad.
Lo único que puede garantizar que tu perro está a salvo de una enfermedad como esta es la vacunación a tiempo. Si tienes un cachorro, sigue al pie de la letra el esquema de vacunación dada por el veterinario, pues son más vulnerables a este virus. Recuerda que hay vacunas que necesitan un refuerzo anual.
Solo mediante la medicina preventiva puedes garantizar el bienestar de tu mascota. Así que mantente alerta, cuida la salud de tu mascota y prevén la aparición de virus letales. De ti depende el bienestar de tu perro y, en el caso de una enfermedad como esta, la seguridad de tu comunidad.
Mascotas: ¿Cómo la tecnología está revolucionando el mercado de accesorios de nuestros engreídos?
¿Por qué mi perro come sus heces? ¿Tiene alguna deficiencia nutricional? ¿Quiere llamar la atención?
Contenido GEC