Los olores son manifestaciones cutáneas propias del ser humano y no necesariamente están asociados a ciertas enfermedades. Sin embargo, cuando son intensos y afectan la calidad de vida de las personas, es importante ver qué está pasando.
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“Cuando los olores son intensos la persona puede ser rechazada socialmente. Por eso, es primordial saber qué los causa. Puede ser una inadecuada higiene en axilas, pies e ingles; el uso de ropa muy ajustada o de material sintético, consumo de ciertos alimentos, como cebolla y ajo, o medicamentos (antibióticos derivados de la penicilina o antidepresivos)”, indica Sandro Tucto, dermatólogo de la Clínica Ricardo Palma.
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♦Mantén una buena higiene diaria, usa jabones antibacterianos y seca la piel, haciendo énfasis en los pliegues del cuerpo y entre los dedos de los pies.
♦Usa prendas holgadas y de algodón; además, evita las medias y calzado de material sintético.
♦Opta por desodorantes y talcos con aromas suaves o neutros.
♦Si consumes medicamentos, consulta con tu médico de cabecera.
♦Si ninguna de las anteriores alternativas te funciona y continúas con el olor intenso, acude al dermatólogo.
La hiperhidrosis es la sudoración excesiva y la bromhidrosis es el mal olor de despide.
Despégate de los dispositivos tecnológicos y haz ejercicios de respiración antes de acostarte, estos consejos te ayudarán a recargar energías para el día siguiente y cumplir con todas tus actividades.
Tener un sueño reparador cada día influirá positivamente en nuestra recuperación física y mental y estado de ánimo. Por eso, en el Día Mundial del Sueño (cada 18 de marzo), los expertos de inBLOOM nos muestran cinco hábitos que nos ayudarán a descansar mejor y levantarnos con las energías recargadas:
1. ESTABLECE UN HORARIO. Ponte una hora para dormir y despertar. Poco a poco verás cómo se va formando un hábito.
2. DESPÉGATE DE LAS PANTALLAS. Mejor lee, escucha música relajante o medita unos minutos con los ojos cerrados. La luz que emiten las pantallas interrumpe el buen funcionamiento de la melatonina, hormona encargada de regular el ciclo del sueño.
3. EVITA CENAS PESADAS. La alimentación tiene relación directa con el sueño, especialmente la cena. Lo recomendable es optar por una alimentación ligera, como una ensalada con pollo a la plancha. Facilitará tu digestión.
4. EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN. Uno de ellos es la técnica 4-7-8 y consiste en inhalar durante 4 segundos, contener la respiración 7 segundos y luego exhalar por 8 segundos. Cuando exhales trata de expulsar todo el aire de tus pulmones.
5. CONTROLA TU MENTE. Cuando vamos a la cama solemos repasar nuestras preocupaciones. Evita hacerlo, piensa que tu cerebro es una carretera y que los carros son tus pensamientos, observa cómo siguen su camino sin detenerse y busca la calma en tu mente para relajarte.
No hay problema si tomas café durante la primera mitad del día, pero evita hacerlo por la tarde o noche porque podría interferir en tu ciclo de sueño.
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