Debes haber escuchado que tener el hierro bajo durante la gestación es peligroso, que está relacionado con nacimientos prematuros (antes de las 37 semanas de embarazo), con niños que nacen con bajo peso y con anemia, lo que los lleva muchas veces a ingresar a UCI con infecciones y otras complicaciones. Todo esto es cierto, pero las consecuencias de la falta de hierro mientras el feto se desarrolla dentro de tu vientre son mucho más preocupantes.
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Un niño cuya madre no tiene la cantidad de hierro adecuada durante el embarazo sufrirá un deterioro de su desarrollo cerebral, sus aspectos psicomotores y cognitivos se verán alterados y su coeficiente intelectual también estará disminuido.
Las necesidades de hierro para el feto aumentan a medida que avanza la gestación, siendo la absorción del hierro por vía oral (incluida la dieta y los suplementos orales de hierro) no suficiente para reponer este elemento.
Muchas veces tendremos que recurrir al uso de hierro vía endovenosa que repone más rápido y más eficientemente tanto tus reservas como el hierro circulante en forma segura para ti y para tu bebé.
La hemoglobina no debe ser el único parámetro evaluado durante el primer trimestre de gestación.
Solicítale a tu médico que mida también la ferritina, vitamina B12 y ácido fólico para un real diagnóstico.
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