La insuficiencia renal tiene postrado al empresario Víctor Angobaldo, conocido en la farándula y la política, y necesita con urgencia un trasplante de riñón, ya que sus riñones casi no funcionan y debe someterse a permanentes tratamientos de diálisis para limpiar su sangre al tener atrofiada esa función vital del sistema renal.
Cuando los riñones pierden su capacidad de filtrar los desechos de la sangre, su capacidad de filtración, eso lleva a que se acumulen niveles nocivos de deshechos en la sangre, lo que desequilibra la composición química de ese fluido para afectar a todos los órganos del cuerpo.
Aunque al inicio no suele mostrar síntomas, la enfermedad renal avanza y el daño en los riñones es progresivo y a veces irrecuperable, por lo que se necesario detectar el mal lo más pronto posible para detenerlo o al menos frenarlo y no llegar a la etapa de la enfermedad renal aguda, que es muy grave y es la que padecen Víctor Angobaldo y cientos de peruanos que requieren un trasplante de riñón para sobrevivir.
La insuficiencia renal aguda puede ser fatal y requiere de tratamiento intensivo.
No, los riñones están por encima de la cintura, en la parte trasera del cuerpo. Si se tiene dolor allí, el doctor seguro indicará pruebas para saber de qué se trata.
Síntomas de la enfermedad renal
Estos son síntomas de enfermedad renal, por los que se aconseja ir al médico internista, quien ordenará análisis para luego acudir al nefrólogo si se confirma un mal renal:
1. Fatiga: estar cansado todo el tiempo.
2. Tener frío cuando otros no lo tienen.
3. Falta de aire, después de hacer muy poco esfuerzo.
4. Sensación de desmayo, mareo o debilidad.
5. Problemas para pensar con claridad (el cerebro no está obteniendo suficiente oxígeno).
6. Sentir mucha comezón.
7. Hinchazón en las manos o los pies, las piernas y los tobillos.
8. Cara inflamada o hinchada.
9. La comida tiene sabor metálico, no tienes apetito como antes.
10. Aliento a amoníaco.
11. Malestar estomacal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito que puede conducir a la pérdida de peso.
12. Levantarse a orinar durante la noche.
13. Orina espumosa o burbujeante.
14. Orina marrón, roja o morada
15. Presión al orinar
16. Orinar con menos frecuencia o en menor cantidad que lo usual, a veces puede contener sangre.
Mientras más temprano se inicie el tratamiento, la perspectiva de tener una vida normal también es mayor.
La Clínica Mayo (Mayo Clinic), de Estados Unidos, menciona que entre los signos y síntomas de la insuficiencia renal aguda, que es una etapa muy avanzada del mal en los riñones, se incluye a los siguientes:
1. Disminución del volumen de orina excretado (diuresis), aunque a veces se mantiene estable.
2. Retención de líquido, que causa hinchazón en las piernas, los tobillos o los pies.
3. Falta de aire.
4. Fatiga.
5. Desorientación.
6. Náuseas.
7. Debilidad.
8. Ritmo cardíaco irregular.
9. Dolor u opresión en el pecho.
10. Convulsiones o coma en casos severos.
A veces, la insuficiencia renal no provoca signos ni síntomas y se detecta a través de pruebas de laboratorio que se realizan por otros motivos.
Por eso es importante que existan chequeos periódicos, sobre todo cuando se tiene más de 50 años, que es cuando los males renales, como la insuficiencia renal, se presentan en mayor medida por el desgaste de los riñones y no haber sido bien tratados (por ejemplo con exceso de consumo de sal y proteínas).
El tratamiento oportuno, que incluye cambios en el estilo de vida y la alimentación, es esencial para reducir la degeneración de la función renal.
Se considera que los niveles de creatinina son altos cuando se encuentran por encima de 1,3 mg/dl, en los hombres, y de 1,2 mg/dl, en las mujeres. En caso de que los niveles superan los 4 mg/dl se considerará que el paciente está sufriendo un fallo renal grave.
Al inicio de la enfermedad se aconseja cambios como disminuir moderadamente la sal, evitar alimentos que contienen mucho fósforo (quesos, frutos secos) y disminuir ligeramente la cantidad total de carne o pescado que se come al día.
Cuando el daño en riñones está en fases más avanzadas (función renal por debajo de 30%), la dieta será mucho más estricta.
Practicar ejercicio con frecuencia ayuda a aumentar la calidad de vida, mejora la circulación, el estado físico general, la autoestima y la función renal.
La actividad física estar adaptada a la edad y condición física de cada persona. Es recomendable, desde caminar que se puede realizar en cualquier momento, hasta otro tipo de deportes como natación, montar en bicicleta, gimnasia suave, etc.
No se deben realizar deportes que requieren una fuerza muscular intensa, ya que aumentan la presión arterial y eso daña a los riñones.
1. Controlar la cantidad de proteínas. Reducir carnes de todo tipo, leche y huevo.
2. Reducir el potasio. Eliminar de la dieta productos como el plátano.
3. Reducir el fósforo. Restringir lácteos como yogur, leche y queso.
4. Asegurar el consumo de calcio y vitamina D. Se puede tomar suplementos con prescripción médica.
5. Controlar el aporte de sodio (sal) y líquidos (no beber muchos líquidos, porque mucha agua exige a los riñones que ya de por sí están debilitados).
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