De seguro, en algún momento, ha escuchado a un padre separado de su pareja o divorciado que pedirá la ‘custodia compartida’ para no perder contacto con su hijo. En realidad, a lo que se refiere es que, al igual que la mamá, él tendrá la posibilidad de vivir con el niño y acompañarlo en su crecimiento y desarrollo.
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La abogada María del Carmen Barragán explica que esta figura legal no existía hasta el 2008. Toda pareja, al finalizar su unión, tenía que llegar a un acuerdo (de palabra o por la vía legal) para determinar quién se quedaba viviendo con el niño y cuál de los dos visitaría al pequeño siguiendo un régimen de visitas. Gracias a la Ley de Tenencia Compartida (N° 29269), papá y mamá pueden ofrecerle cuidado y educación a su menor pese a estar separados e, incluso, quedarse unos días con él.
“Al principio se creyó que convivir con ambos padres le generaría inestabilidad emocional al niño, pero la experiencia demostró que no. Por el contrario, se fortalecían los vínculos afectivos y los progenitores tenían la oportunidad de fomentarle valores a su pequeño. Esto es algo que, a veces, no ocurre con el régimen de visitas, donde los padres tienen las horas contadas y la experiencia en el parque y los juegos no es la misma que en casa, durante la convivencia”.
La custodia o tenencia compartida se solicita en un centro de conciliación, si papá y mamá están en mutuo acuerdo. Ambos firman una acta que precisa la dirección de ambos padres donde el pequeño permanecerá y por cuántos días al mes. También se especifica quién se queda con el niño en fechas importantes como el Día de la Madre, Día del Padre, Navidad y Año Nuevo.
Cuando uno de los progenitores se niega a la custodia compartida, el que desea este privilegio debe acudir al Juzgado de Familia. Un equipo multidisciplinario evaluará a ambos padres, visitará sus domicilios y le practicará una prueba psicológica al niño. El juez negará la tenencia compartida si es perjudicial para el menor. De lo contrario, ambos padres pueden cuidar al hijo, fortalecer su autoestima y acompañarlo en su crecimiento personal.
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