Cuando hablamos de violencia verbal o física en las relaciones, imaginamos gritos y golpes. Sin embargo, estas situaciones agresivas no empiezan así de la noche a la mañana, sino con actitudes que por ninguna razón deberías normalizar porque es el modus operandi previo que desencadena cuadros de violencia y hasta feminicidios.
La psicóloga Juliana Sequera indica que al inicio de la relación es muy difícil reaccionar porque las señales están bien camufladas. “Generalmente, son hombres que no toleran el fracaso, son celosos y te hacen creer que esos celos son su forma de ‘amor romántico”, explica.
Sequera enumera cinco señales que deberían ponerte en alerta de que estás con un potencial agresor:
- No se alegra por tus logros porque siempre quiere ser el centro de atención, debido a su complejo de inferioridad.
- Cree que solo él tiene la razón y ridiculiza otros comentarios.
- Es posesivo, pero lo maquilla diciendo que es su forma de amar y protegerte.
- Querrá controlar tu forma de vestir, gustos y cómo te relacionas con los demás.
- Cuando alza la voz y empiezan las primeras agresiones (como apretar fuerte el brazo o jalar el cabello), al día siguiente se mostrará excesivamente cariñoso y justificará esa conducta con traumas de su niñez.
RECUERDA QUE...
No existen gritos y golpes inofensivos, la violencia no debe normalizarse. Si hoy toleras una falta de respeto, mañana no podrás salir del círculo vicioso violento de tu relación. Identifica las señales de alerta y toma cartas en el asunto.
DATITOS PARA PAREJAS
¿Quién cede?
Una de las claves para que una relación triunfe a largo plazo es entender que no siempre estarán de acuerdo, en ocasiones uno de los dos tendrá que ceder.
Deja de criticar
Mucho cuidado con estar criticando todo lo que hace. Puede ser que no te gusten ciertas cosas, pero si esto es repetitivo terminarás desgastando la relación.
Con calma
Resuelvan las cosas hablando, con una conversación pacífica y con la cabeza bien fría. Recuerden que más allá de toda discusión está el amor que se tienen.
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