El desarrollo emocional del niño es importante porque de eso depende la construcción de su identidad, autoestima, confianza en sí mismo y la buena relación con su entorno. En el marco del (20 de agosto), Taniht Cubas, directora de la Carrera de Psicología de la Universidad Autónoma del Perú, señala que el bienestar emocional se aprende desde una edad temprana, pues no es una habilidad innata, por lo que los padres deben conocer algunas herramientas para ayudar a desarrollar y fomentar las habilidades emocionales.

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Qué hacer

1.SENTIMIENTOS E IDEAS. Pregúntales qué emociones experimentan tras un conflicto. Los padres deben ser un ejemplo al hablar de sus sentimientos, así se refuerza la empatía para que los pequeños identifiquen y comprendan los sentimientos de los demás.

2.RELACIONES INTERPERSONALES. Promueve las relaciones tempranas con los demás para que aprendan a compartir, respetar turnos y reglas de juego.

3.AMBIENTE SEGURO EN CASA. Al tener un entorno familiar organizado y pacífico, se creará una atmósfera para aprender a través del descubrimiento y sin miedos.

4.BUENA COMUNICACIÓN. Conversar es una manera de conectarse emocionalmente; por ello hay que hacerlo con voz tranquila y amorosa.

5.MOTIVA COMPORTAMIENTOS POSITIVOS. Establece límites y diles que sus acciones tienen consecuencias que pueden afectar a los demás.

Datito

Las reacciones emocionales de los hijos muchas veces son el reflejo de cómo los padres actúan en casa. Por eso evalúa qué estás haciendo o cómo te comportas frente al menor.

¿Qué pasa en el cerebro de tus hijos cuando les gritas? ¿Afecta su desarrollo y personalidad?

‘¡Ya cállate, Luchito!’, ‘¿Por qué no entiendes, Juanito?’, ‘¡Pepito ven aquí, ahorita!’, ‘¡Todo lo haces mal!’. Estas son solo algunas frases que suelen usar para corregir a sus hijos y hacerse ‘respetar’. Piensan que así están criando positivamente a sus retoños, pero están equivocados. Esto repercutirá de modo negativo en su adolescencia y adultez.

“Los niños que reciben gritos como medida de disciplina habitual aprenden patrones de acción desadaptativos y disfuncionales. Incluso podrían desarrollar un patrón de conductas impulsivas, agresivas o, por el contrario, una timidez extrema, miedo y sometimiento”, advirtió la psicóloga clínica Mayra Velásquez Puelles.

Para la especialista cuando le gritas a tus hijos su cerebro hace lo siguiente:

1. BLOQUEA su proceso de aprendizaje, empieza a cuestionar lo que sabe.

2. ENVÍA SEÑALES DE PELIGRO, inseguridad y amenaza.

3. SE ACTIVA EL MIEDO, empezarán incluso a temblar y tartamudear.

4. LIBERA HORMONAS, como la dopamina y adrenalina que hacen que el menor quiera huir del lugar y hasta escaparse de la casa.

5. DESARROLLA PROBLEMAS de conducta. Puede mostrarse agresivo con los demás porque piensa que está bien o es normal ese comportamiento.

6. TRAE A LA MEMORIA recuerdos negativos, los cuales producen estrés, ansiedad, angustia y hasta depresión, en algunos casos.

Mucho cuidado

Si siempre estamos gritando, provocamos una liberación continuada de cortisol que sume a los niños en un estado de estrés y alarma constante. Esto no solo los daña a ellos, sino también nos perjudica a nosotros y a la familia.

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