Las fuentes proteicas son indispensables para mantener nuestra masa muscular; la mayoría de ellas siempre en mayor concentración cuando son de origen animal (pavo, pollo, pescado, huevo).
Las de origen vegetal también son muy buenas.
Lo ideal es que las proteínas sean de origen animal o vegetal, y tengamos al menos un gramo de proteína por kilo de peso en nuestro cuerpo.
Si acompañamos la ingesta de proteínas con una rutina de ejercicios de tipo anaeróbico, mantener y construir nuestra masa muscular será mucho más fácil que no movernos y llevar una dieta cargada de carbohidratos.
Optemos por lo MD saludable siempre.
Contenido GEC