En el marco del Día Mundial del Síndrome de Down, es necesario recordar que los infantes que padecen esta deficiencia, al tener su inmunidad disminuida, son más propensos a sufrir una cardiopatía congénita (anomalías del corazón). Además, también presentan problemas oftalmológicos, auditivos, intestinales, digestivos, problemas óseos, disfunciones tiroideas, así como retardo en su desarrollo psicomotriz.
Estos niños requieren de un manejo conjunto y controles permanentes en diferentes especialidades pediátricas desde sus primeros meses de vida, a fin de prepararlos en diversos aspectos de su desarrollo y maduración neurofisiológica, explican los especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja.
Con ello, no solo le aseguran un alto índice de supervivencia, también una calidad de vida relativamente buena, similar a la de otros niños, e incluso pueden realizar algunos deportes con normalidad.
A TIEMPO
El retraso en su desarrollo psicomotriz de estos niños es común y generalmente se debe a alteraciones neurológicas, musculoesqueléticas y problemas médicos asociados. La intervención temprana con una terapia física puede ayudarlo a superar en un 100% sus limitaciones, teniendo en cuenta las características propias de cada niño y su entorno.
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