Las peleas entre hermanos son muy frecuentes. Ya sea por un juguete, por tener el control remoto del televisor, por sentarse en determinado lugar de la mesa, en fin. Los motivos abundan.
Aunque estas diputas parecen ‘normales’, es necesario que los padres se involucren y no se hagan de la ‘vista gorda’ cuando la intensidad o la frecuencia lleguen a niveles intolerables y preocupantes.
La directora de Psico Villa, Sandra Grandez, señala que las peleas entre hermanos son una oportunidad para que los padres enseñen a sus hijos sobre compartir, conciliar y ceder. “Estas habilidades le ayudarán al niño a desenvolverse de forma positiva en la sociedad durante su crecimiento y en su etapa adulta”, indica.
¿Qué hacer?
* Para empezar, es necesario que los padres identifiquen el motivo de la pelea. Escuchar a todas las partes, de modo que se pueda ser lo más justo posible. Ahí está el verdadero trabajo. “Se debe tener mucho cuidado en no darle la razón solo a uno de ellos en todas las ocasiones. Eso puede provocar en el otro resentimiento, desvaloración y baja autoestima”, resalta la especialista.
* Dar el ejemplo. Si los hijos ven que papá y mamá pelean, ¿cómo pedirles que no hagan lo mismo?
* Hay que estimular el sentimiento de compañerismo entre hermanos, de modo que, en vez de sentirse rivales, se vean como aliados.
* La asignación de roles y metas que requiera el trabajo en equipo ayuda a que los niños entiendan que se necesitan mutuamente y que pelear es, simplemente, una pérdida de tiempo.
Sabías que...
Si estas discusiones llegan a altos niveles de violencia como golpes e insultos, lo mejor es acudir a un especialista para una terapia familiar.