Los buenos modales es el respeto pleno hacia ti y hacia las demás personas, es el “saber estar”, que aplicado a la hora de comer, es hacerlo lo más ordenado posible y respetando al resto. Así lo explica para el grupo El Comercio, María José Arguedas, especialista en etiqueta social y coach de estilo de vida en el marco del Día del Niño.
Si bien los adultos tenemos claro las reglas en la mesa, los pequeños pueden generar un caos que al principio puede ser divertido, pero con el tiempo los niños tendrán que aprender a comportarse en la mesa. Si tu hijo está en ese proceso, pues María José nos brinda cuatro sencillas pautas para hacer fácil enseñarle a los niños a comer correctamente.
”El aprender (modales en la mesa) es algo muy bonito, es parte de la vida diaria, no es enseñar de forma rígida a tener modales porque son niños. Ellos están en un proceso de descubrimiento y cuando empiezan a coger los cubiertos (se les dice): ′Mira amor para que la sopa no se te caiga, tomalo de esta forma (apoyando los dedos debajo con el pulgar encima y con la mano dominante) y le vas enseñando cómo va tomando el caldo”, explica la especialista, quien añade que todo se debe hacer de forma amigable.
Si los padres deciden enseñarles a los niños a tener buenos modales en la mesa, orden sería lo siguiente, expresa, María José Arguedas:
Los niños normalmente se tiran encima de la mesa, apoyan el codo o están con las manos en la cabeza. Con amor puedes sugerir a tu hijo sentarse derecho para que no se manche con la comida.
“Lo mejor es darle las razones de por qué debe estar erguido, no órdenes para que el niño entienda que es mejor para él. Nada impuesto para los niños funciona, es más bien como un juego”, señala la especialista en etiqueta social.
Lo normal es usar la servilleta de papel en la mesa, por eso es aconsejable poner la servilleta en el lado izquierdo, el plato al medio, el cuchillo al lado derecho, el tenedor al lado izquierdo, pegado al plato y la servilleta va después y su vaso de agua o refresco al frente.
“El uso de la servilleta es bien interesante porque los niños ensucian la servilleta, la hacen bolas y la tiran al plato. Cuando eres grande te parece que es normal porque lo has hecho toda la vida. Tienes que enseñarle a abrir la servilleta para limpiarte por dentro y la cierras y siempre está limpia”, sugiere.
El cubierto debe ser tomado con la mano dominante, ellos tiene que visualizar con que manos toman las cosas, que toman con la que se sientan más cómodos.
“La cuchara no se debe tomar como un puño, a veces los niños lo toman así, debes decirle que lo coja con el pulgar hacia arriba es más cómodo... Pero no lo obligues, solo le dices cómo es mejor para ellos”, puntualiza.
Si los niños están con la boca mancha de comida deben limpiarse primero para poder tomar al agua. “Si el niño está con la boca manchada, le dice: ‘Amor, tienes la boca manchada, limpiate para tomar el agua para que no te quede el vaso grasoso, entonces el niño entiende por qué debe hacerlo. Entonces, el niño abre su servilleta, se limpia la boca de los restos de comida y toma el agua”.
“Con esos cuatro pasos el niño tiene las bases para portarse increíble en la mesa y luego vamos avanzando conforme el niño vaya creciendo... Enseñarles esas cuatro claves con mucho amor y cariño son más que suficientes”, añade María José Arguedas.
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