Si un niño siente temor de decir la verdad por miedo a ser castigado, entonces no tendrá la confianza para hablar con sinceridad y muchas veces esto es responsabilidad de los padres.
1.- Observar e imitar: Aprovecha los primeros años de vida de tus hijos y edúcalos en un ambiente sincero, es decir, papá y mamá deben ser coherentes con lo que dicen y hacen.
2.- Dar confianza: “Bríndale confianza para que no se sienta inseguro al momento de expresarse”, dice la especialista.
3.- Valorar su verdad: Préstale mucha atención en el momento que cuenta y narra lo que ocurre.
4.- A través de canciones y cuentos: Una forma de llegar a ellos es mediante estas herramientas, ellos comprenderán mejor este valor.
SIN CASTIGOS
Si detectas una mentira, no reacciones de forma agresiva, conversa con tu hijo de una manera firme y coherente. “Explícale que decir mentiras trae consecuencias, invítalo a reflexionar sobre lo que hizo y coméntale que por ese camino no llegará a una solución”, aconseja la experta.
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