En la actualidad se ha demostrado, una y otra vez, que para el trabajo no existe distinción de género. Y para confirmarlo está Ruth Mendoza Castillo (30), quien es técnica de campo de cable e internet. Esta venezolana y vecina de Los Olivos forma parte del programa Mujeres de Red de Movistar y sube a los postes para realizar cableados e instalaciones sin el apoyo de nadie.
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Hace un año. Empecé como ayudante, pero hace cinco meses me ascendieron a técnica de campo. Ahora tengo mi carro asignado y realizo las labores yo solita.
Son las mismas que las de los varones. Realizo cableado, me subo a los postes, hago instalado, reparo averías. Tengo mi taladro, hago de todo.
No, me quedé sin trabajo por la pandemia. Me enteré de esta propuesta de trabajo a través del Ministerio de la Mujer. Me contaron todos los detalles y me animé. A mí me gusta aprender de todo y aquí me tienes siendo parte del programa Mujeres de Red de Movistar.
Cuando me ven, los clientes son bien incrédulos. Me preguntan: ‘¿Usted hará todo eso?, ¿solita?, ¿sin ayuda se va a subir?’. Y yo les digo ‘sí’.
Me felicitan. Se quedan sorprendidos y yo me siento bien.
Al inicio no querían hablarme, se sentían intimidados, pero ahora somos amigos. Incluso, me llaman para pedirme apoyo y que vaya a revisar los casos urgentes.
Mi mamá siempre me pide que tenga cuidado y cuando mis tías se enteraron me dijeron que estaba loca, pero ahora se sienten orgullosas.
Mi escalera mide 4 metros, pero duplica su tamaño y muchas veces he llegado hasta el último escalón. No le tengo miedo a nada porque siempre hago las cosas con cuidado.
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Mi capacidad de escucha y sobre todo la paciencia que tengo con los clientes. Muchas veces necesitan que les expliques las cosas con calma, paso a paso, y eso lo hago yo. Ellos se sienten agradecidos con mi labor.
En mi zona solo soy yo. Pero sé que somos cada vez más las que no tenemos miedo en demostrar que somos igual de capaces en los trabajos que erróneamente se cree que son solo para los hombres.
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