Cada 26 de marzo se conmemora a nivel mundial el Día de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, con el objetivo de concientizar a todas las mujeres del mundo sobre la importancia de prevenir la aparición de esta enfermedad, teniendo en cuenta que, con un diagnóstico oportuno, se podrían revertir las cifras, que cada vez cobran más vidas.
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Cabe señalar que, solo en Perú, cada día fallecen entre 5 a 6 mujeres por algún tipo de cáncer relacionado con el Virus del Papiloma Humano (VPH), un virus de transmisión sexual altamente contagioso, siendo el principal causante del cáncer de cuello uterino. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se estima que el 47% de casos de cuello uterino se presenta en menores de 35 años.
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En ese sentido, Abelardo Maita Beltran, medico ginecólogo del laboratorio Suiza Lab, recomienda realizar el procedimiento denominada colposcopía. “Este procedimiento tiene como objetivo detectar células cancerosas o células anormales que se pueden volver cancerosas en el cuello uterino, la vagina o la vulva, así también permite guiar al médico para la toma de biopsias de las zonas sospechosas para estudiarlas posteriormente, o extirpar estas lesiones en su totalidad”, indicó el especialista.
La colposcopia se realiza por medio de un microscopio especial llamado colposcopio, actualmente los laboratorios de prestigio, como Suiza Lab, disponen de modernos equipos de video colposcopía que permiten mediante el uso de un lente de aumento digitalizar las imágenes de forma que las pueda observar tanto el médico como la paciente. Durante la prueba el médico observa el cuello del útero y tiñe su superficie con distintos líquidos, como el ácido acético, para resaltar zonas en las que puede haber células anormales.
Esta prueba es realizada por el médico especialista en mujeres con infecciones por VPH, citología positiva o anormal recurrente, presencia de lesiones leves o precancerosas en cuello uterino como parte del seguimiento clínico, lesiones sospechosas detectadas al examen clínico, entre otras condiciones médicas.
El PAP y colposcopia no son métodos de ayuda al diagnóstico excluyentes sino complementarios, que permiten la identificación del cáncer cervicouterino de manera precoz.
Cabe señalar que diversos oncólogos consideran que el diagnóstico temprano es siempre un factor decisivo cuando se trata de la curación o la supervivencia del paciente. Dependiendo de la estadificación de la enfermedad, de las propias características del tumor y del órgano en el que aparezca el cáncer, es posible contar con alternativas capaces de reducirlo o eliminarlo.
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