
Varios de los trastornos del sueño son producto de malos hábitos a la hora de dormir. Y el principal es no tener horarios fijos de sueño.
El insomnio puede ocasionarse por ansiedad, estrés, depresión y, en algunos casos, por consumo de bebidas estimulantes nocturnas o por hacer ejercicio en la noche, estimulando el cerebro y haciéndole perder concentración en el hábito de dormir.
Además, puede manifestarse con dificultad para conciliar el sueño o con sueño interrumpido.
Una mala calidad de sueño afecta la concentración, genera problemas de memoria y dificultades laborales.
¿Cómo puedo ayudarme? Las inhalaciones y los baños en agua caliente con aceites esenciales de lavanda o bergamota antes de acostarse ayudan a mejorar el sueño.
También lo hacen plantas como manzanilla y hierbaluisa, que relajan el sistema nervioso central, así como ejercicios de respiración y meditación y la suspensión, una hora antes de dormir, del celular u otras pantallas.
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