Las mujeres que tienen infecciones urinarias recurrentes o que no han sido tratadas adecuadamente tienen mayor riesgo de hacer enfermedad renal crónica y dependiendo del grado del daño de la función renal pueden incluso llegar a requerir tratamiento de diálisis o trasplante de riñón, dijo Aníbal Zambrano, vicepresidente de la Sociedad Peruana de Nefrología.
A diferencia de los varones, las mujeres tienen mayor predisposición a hacer infección urinaria y es por ello que la mitad de las mujeres desarrolla esta enfermedad en algún momento de su vida por la actividad sexual, los embarazos y la edad.
Sin embargo, también existen “factores de riesgo que pueden llevar a su aparición como: cálculos renales, diabetes, obstrucción de la orina por alguna anormalidad del tracto urinario y el uso de catéteres”, explicó el especialista en nefrología.
Se debe sospechar de infección urinaria e ir al médico cuando hay secreción anormal, orina fétida, turbia o con sangre, necesidad de orinar varias veces al día y dolor o ardor al orinar, por ser estos síntomas de esta enfermedad.
El daño crónico al riñón no causa molestia alguna hasta que la enfermedad está avanzada y se debe sospechar cuando hay cansancio, fatiga, pérdida del apetito, palidez, náuseas, vómitos, compromiso del estado general y en el caso de adultos mayores confusión.
A fin de prevenir la infección urinaria es recomendable que la mujer realice diariamente la higiene de la zona intima al acostarse, evitar el uso de ropa interior sintética y ajustada, no usar pantalones ajustados, ni “hilos dentales”, no aguantar las ganas de orinar, evitar el uso de tampones vaginales, consumir arándanos y agua diariamente, manifestó el Doctor Zambrano.