Cuando se celebran fiestas y fechas como el próximo Halloween, en que se consumen dulces en casa, nuestros perros se exponen a recibir productos azucarados de sus amos, como si se tratase de una gracia o para compartir con ellos.
Pero los perros no deben comer dulces, ya que estos integran la lista de alimentos tóxicos para ellos, tanto porque provocan sobrepeso, diabetes (al elevar la glucosa) y caries dental, como porque en casos más extremos generan intoxicación y hasta la mortal pancreatitis.
Por su alto contenido de grasas, calorías y conservantes químicos, los dulces en exceso generan obesidad, lo que eleva triglicéridos y colesterol, así como daños en columna y articulaciones por el aumento de peso que va ganando el animal.
Entre los dulces prohibidos están chocolates, galletas, panetones, turrones y tortas, entre otros, porque al sumar grasas en exceso se obliga al páncreas que eleve la producción de la lipasa, enzima digestiva encargada de digerirlas y absorberlas.
Al producir muchas de esas enzimas, el páncreas se inflama y desarrolla una pancreatitis que puede llevar a la muerte del animal.
Por eso, si quiere darle un gusto a su perro o premiarlo, consulte a su veterinario qué alimentos puede proporcionarle y la cantidad de ellos, ya que incluso las frutas en exceso son malas por su alto contenido de glucosa.
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