La adolescencia es una etapa evolutiva llena de cambios físicos, emocionales y sociales, y existen jóvenes que no toleran y no manejan positivamente estos momentos, llegando a tener manifestaciones de estrés y depresión.
Las reacciones al estrés normalmente se dan con una mezcla de depresión y ansiedad, aunque también pueden manifestarse mediante alteraciones en la conducta de los jóvenes.
Entre algunas situaciones que pueden desencadenar estas manifestaciones de estrés están: terminar una relación de pareja, dificultades de integración escolar o universitaria, ausencia de amigos y red social, problemas con los padres y desconocimiento del proyecto de vida.
Estar muy pendiente de cómo se sienten los adolescentes es nuestra tarea como padres, para apoyar a su desarrollo y estabilidad. Ser una familia que practica el diálogo, el acompañamiento, el respeto y la guía constante hará que esta etapa sea fácil de llevar.