Muchas personas, ya sea por vergüenza o ‘educación’, reprimen el estornudo sin saber que ese simple acto puede traer consecuencias, como sangrado por la nariz (por la fuerza se rompen los vasos sanguíneos), inflamación de las fosas nasales, alteraciones en la audición, dolores en el oído y, en el peor de los casos, rotura del tímpano. Además, al no expulsar los gérmenes estos pueden desplazarse hacia zonas más internas del cuerpo y causar infecciones.
Olga Barón, médico otorrinolaringólogo de la ‘Clínica la Luz’, señala que al estornudar eliminamos bacterias o partículas que se han almacenado en la nariz, pues el aire expulsado alcanza velocidades muy altas. Esto nos permite limpiar las cavidades nasales de agentes patógenos que puedan perjudicar la salud.
“No deben aguantar el estornudo. Si tienen ganas de hacerlo, abran un poco la boca y cúbranse con el antebrazo, pañuelo o papel desechable la zona de la nariz y boca para no expandir las bacterias o virus”, aconseja la especialista.
MÁS DATOS
Si tu niño estornuda mucho llévalo al doctor, ya que puede tratarse de alguna alergia o pudo introducirse algún cuerpo extraño por la nariz (crayola, papel, plastilina).
ACUDE AL MÉDICO
Si los estornudos son constantes, acude al médico a la brevedad posible, ya que puede tratarse de una rinitis alérgica u otro problema.
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