Lima se fundó en la costa porque el Cusco y Jauja no eran adecuados para capital del Perú. Por ello, los vecinos de Jauja, presididos por Francisco Pizarro, decidieron trasladar la capital a las orillas del mar.
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Fue en la sesión del cabildo del 29 de noviembre de 1534 donde se tomó esta resolución. Se decidió entonces explorar los valles marítimos.
Para empezar, Pizarro se trasladó a Pachacámac y desde allí, el 6 de enero de 1535, comisionó a tres soldados de a caballo para que recorrieran el valle del Rímac. Eran estos jinetes Ruy Díaz, Juan Tello de Guzmán y Alonso Martín de Don Benito.
Regresaron el día 13 e informaron que habían conocido todo el valle y habían encontrado las bondades que se buscaban: buen viento, buena agua, buena tierra, buena hierba, buenos bosques, buenos indios y buen puerto.
La parte central del valle pertenecía al curaca Taulichusco, quien residía en un pueblo llamado Lima. Francisco Pizarro se alegró con las nuevas y decidió fundar allí su capital.
Lima se fundó el lunes 18 de enero de 1535, hora de misa mayor. Su fundador fue Francisco Pizarro y el escribano Domingo de la Presa redactó el acta fundacional. Luego se repartieron los solares entre los soldados que querían quedarse por vecinos. El cabildo se instaló cuatro días después.
La nueva urbe se llamó Ciudad de los Reyes del Perú, en honor a los tres Reyes Magos de la Epifanía, en cuyo día -6 de enero- los tres jinetes de Pizarro salieron de Pachacámac a buscar el lugar.
El nombre de Ciudad de los Reyes prevaleció en todos los escritos oficiales y eclesiásticos, pero el nombre indígena de Lima fue el que se empleó siempre en el lenguaje familiar.
Además de Lima, la Ciudad de los Reyes, Francisco Pizarro fundó Cusco, Jauja, Trujillo y Huamanga.
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