‘Vamos, pastores, vamos, vamos a Belén. A ver en ese niño, la gloria del Edén (…)’. Pero, ¿dónde queda Belén?
Bethlehem, Beit laħem o Belén, como la conocemos en castellano, es la famosa ciudad bíblica en donde para los cristianos nació Jesús, según los evangelios de Lucas y Mateo.
Está ubicada en Cisjordania, actual Palestina, a unos 9 kilómetros al sur de Jerusalén. Tiene una superficie de solamente 30 kilómetros cuadrados y cuenta con cerca de 30 mil habitantes.
El principal atractivo de Belén es la Basílica de la Natividad, que comenzó a construirse en el año 326, bajo las órdenes de Helena de Constantinopla, madre del emperador Constantino I.
Se hizo bajo una antigua cueva, que durante muchos años fue señalada como el lugar donde se ubicó el pesebre.
El nacimiento del Mesías es un acontecimiento clave para el cristianismo, pero Belén es importante para muchas religiones.
Para los musulmanes allí se encuentra la tumba de Raquel (esposa del patriarca Jacob y madre de José, envidiado por sus hermanos y traductor de sueños, como lo indican algunos pasajes bíblicos) y para los judíos allí fue coronado el rey David.
A lo largo de la historia, la ciudad perteneció a diferentes naciones hasta que finalmente quedó en manos del Estado de Palestina en 1995.
Todavía continúan los conflictos entre Palestina e Israel, es por eso que Belén se encuentra amurallada y se controlan los ingresos y las salidas.
Debido a los bombardeos, las plegarias, estos días, se centran en el fin de la guerra.
El lugar de nacimiento de Cristo está marcado por una estrella de plata de 14 puntas con la inscripción en latín ‘Hic de Virgine Maria Jesus Christus natus est’, que significa en castellano: ‘Aquí, de la Virgen María, nació Jesucristo’.
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