La parálisis cerebral infantil (PCI) es un grupo de afecciones que comprometen el movimiento y la postura de un recién nacido producto de algún daño, previo, durante o posterior al nacimiento.
Puede ser consecuencia de momentos de hipoxia (poco oxígeno) al cerebro o producto de alguna infección como meningitis o encefalitis del sistema nervioso.
Estos niños no pueden caminar, tienen una posición irregular de su cuerpo y sus músculos pueden ser muy duros o muy laxos (flojos, relajados).
Existe un retraso en su desarrollo psicomotor, también en el habla, la alimentación y el aprendizaje.
Pueden presentarse otros síntomas como convulsiones y problemas en alguno de los sentidos.
El niño con PCI tiene alterada la estructura, la función y las conexiones de las neuronas que sufrieron la hipoxia.
Mi recomendación siempre será acudir al pediatra para el control adecuado del menor.
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