HISTORIAS QUE INSPIRAN. A sus 88 años, don Isidro Lucero, natural de Áncash, sigue preparando los turrones más sabrosos de Lima. Lleva más de medio siglo en el oficio y ahora comparte esta tradición con sus nietas, quienes lo han convertido en toda una sensación en redes sociales.
Don Isidro, ¿desde cuándo prepara turrones?
Soy panadero y pastelero desde los 17 años y ahora tengo 88. Empecé como ayudante en una panadería italiana. Primero aprendí a hacer panes, luego panetones y finalmente turrones.
¿Es cierto que en esa época las panaderías se peleaban por usted?
(Se ríe). Sí, es verdad. Trabajaba por horas en una panadería y luego me iba a otra. Así era mi rutina. He trabajado en las mejores panaderías de Miraflores, San Isidro y Surquillo.
¿Cuál es el secreto del gran sabor de sus turrones?
En una palabra: la miel. Antes se hacía con el jugo de las frutas, pero yo uso toda la pulpa. Eso le da un sabor más intenso y natural.
¿Qué frutas utiliza?
Membrillo, manzana, piña, limón y naranja. Pero tengo otro secreto…
¿Cuál es?
Hacer los turrones como si fueran para mi familia, con mucho amor y ganas. Ese es el ingrediente que no puede faltar.
¿Cuánto tiempo le toma preparar una tanda de turrón?
Una mañana entera. Empiezo a las 8 y termino alrededor de la 1 de la tarde. Hay que pesar los ingredientes, amasar, hornear los palitos, preparar la miel, bañarlos, dejar enfriar y decorar con grajeas.
¿Cómo empezó a vender turrones desde su casa?
Todo comenzó durante la pandemia del 2020, poco después de que falleciera mi esposa. La panadería donde trabajaba quería que siguiera yendo, incluso me ofrecieron movilidad, pero preferí cuidar mi salud y la de mi familia. Para distraerme, empecé a preparar postres y bocaditos en casa.
¿Y sus nietas participaron desde el inicio?
Sí, les enseñé a hacer alfajores, empanaditas y turrones, solo para consumo familiar. Pero un día me dijeron: “Abuelito, ¿por qué no vendemos?”. Así nació el negocio. Ese mismo año, gracias a ellas, el programa de Gastón Acurio me hizo un reportaje y el propio Gastón publicó mis turrones en sus redes. Desde ahí todo cambió.
Y se volvió el turronero más viral del país…
(Se ríe). Mis nietas lograron eso. Ellas saben de tecnología y me pusieron en internet. Gracias a ellas hoy la gente me conoce por todo el Perú.
¿Ellas heredaron su talento con las manos?
Por supuesto. Gianella y Melody me ayudan en todo. Melody es mi mano derecha. Cuando ya no esté, ellas seguirán con la tradición.
¿Qué siente al ver el éxito que ha logrado?
A veces no lo creo. Pero me siento agradecido. Gracias a mi trabajo y a los turrones que preparo desde hace más de 50 años, construí mi casa y eduqué a mis hijos.
¿Vende turrones todo el año o solo en octubre?
Todo el año, aunque octubre es el mes fuerte. Este año vendí más de 50 kilos y me han pedido de todo el país, incluso de Brasil.
¿Y cuál es el secreto de su vitalidad?
Trabajar contento y pensar siempre en mi familia. Eso me da fuerzas para seguir.
Contenido GEC