Estos días hemos visto a muchos niños llorando, haciendo rabieta o ‘escapando’ para no recibir la vacuna contra el coronavirus. “Parecen graciosos estos episodios, pero en sí se están convirtiendo en traumas que los chicos llevarán a sus demás etapas de vida. Por eso, no deben ser llevados a la fuerza, ni bajo amenazas a los centros de vacunación”, señala la psicóloga Mayra Velásquez Puelles.
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Para evitar este tipo de situaciones la especialista recomienda preparar al niño para la vacuna. ¿Cómo hacerlo? Aquí te lo decimos:
+DIÁLOGO. Habla con él sobre la importancia de la vacuna, responde todas sus dudas y cuéntale tu experiencia cuando te tocó a ti u otro miembro de la familia. Usa un lenguaje positivo y optimista para transmitir seguridad y confianza.
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+ANÍMALO. Dile qué día irán al centro de vacunación para que no sea una sorpresa. Además, usa frases reforzadoras como: ‘Será un pinchazo ligerito, ni lo sentirás’, ‘Yo estaré a tu lado, no tengas miedo’, ‘Eres un chico fuerte y valiente, no lo dudes’, ‘El miedo no podrá contigo’, ‘¡Bravo! Ya te vacunaste, eres un campeón’.
+BUENAS TÉCNICAS. Deja que lleve su juguete preferido o que se vista de su personaje favorito. También puedes darle una recompensa, como: preparar la comida que le gusta, jugar en un parque, comprarle un helado o permitirle ver su programa de televisión favorito más tiempo (solo por ese día).
Es normal que tenga miedo al pinchazo, pero debes ayudarlo a enfrentar esa emoción para que fortalezca su seguridad.
Este tipo de violencia dentro del seno familiar puede provocar en los chicos inseguridad, problemas de comportamiento, falta de sueño, inestabilidad emocional, agresividad con sus amiguitos y depresión.
Algunos padres discuten o pelean frente a sus hijos sin imaginar el grave daño que les están haciendo, pues estos pequeños se sentirán angustiados e incluso culpables de lo que ocurre. Para el psicólogo y psicoterapeuta, Walter Hinojosa, este tipo de violencia dentro del seno familiar puede provocar en los chicos inseguridad, problemas de comportamiento, falta de sueño, inestabilidad emocional, agresividad con sus amiguitos y depresión.
“Procuremos cambiar dichos patrones de conducta y solucionar los problemas de pareja de manera civilizada y en privado, sin la presencia de los menores. Si es difícil hacerlo, podemos recurrir a la ayuda de un especialista. La salud y el bienestar emocional de los hijos son muy importantes. Ayudémosles a ser felices y a vivir en un hogar tranquilo y con amor”, aconseja el experto.
Si tus retoños ya te vieron discutir o pelear con tu pareja, reconcíliense frente a ellos y demuestren el amor y respeto que se tienen. Luego, hablen con los chicos y explíquenles que se equivocaron al mostrarse de esa manera, pero que lo importante es que sepan reconocer sus errores, aprender de ellos y pedir disculpas. “Los adultos deben asumir la responsabilidad de su relación de pareja y saber gestionarla, recuerden que son el ejemplo de sus hijos y sus principales referentes para sus demás etapas de vida”, agrega Hinojosa.
La estabilidad emocional permitirá al niño reforzar su autoestima y poder desenvolverse exitosamente en el mundo que lo rodea.
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