Consejos de amor: Solo le importaba mi dinero

¿Tienes mala suerte en el amor? ¿Sientes que nadie te corresponde? La Dra. Carmen te dará consejos que necesitas para conseguir el verdadero amor.
Solo le importaba mi dinero

JULIÁN (56).- Estimada doctora Carmen, le escribo porque mi vida amorosa ha sido un desastre. Descubrí que la mujer que amaba no sentía lo mismo por mí. Ella solo deseaba que le dé regalos y cumpliera todos sus caprichos. Un día me preguntó si yo tenía propiedades o dinero ahorrado, y como le dije que no, cambió de actitud y nunca más contestó mis llamadas. 

Fui muy tonto y confiado, pero ahora me gustaría volver a enamorarme de una buena mujer. Soy un hombre alegre, correcto y sin vicios. Si alguna dama desea entablar una amistad conmigo y quizá después una relación, puede llamar al: 956-836264.

MIRA HIJITO

Me alegra que quieras darte una nueva oportunidad en el amor. Existe un lado bueno en lo que te pasó, ya que te separaste de esa mujer interesada y ahora estás libre para volverte a enamorar. Estoy segura de que la dama que ansías conocer llegará pronto a tu vida. Ten paciencia y muéstrate siempre como un caballero. Mucha suerte.

Si quieres que tu caso sea publicado en esta sección, escríbenos a doctoracarmen01@trome.com

Tags Relacionados:

Contenido Sugerido

Contenido GEC

Te puede interesar:

Historias de amor: "soy viudo y me siento solo"

Historias de amor: "desde hace mucho tiempo estoy solo"

Historias de amor: "Me enamoré de una mujer casada"

Historias de amor: "Se fue a estudiar a Italia y nunca regresó"

Más en

Flor Cuenca: Ancashina sube a cumbres del Himalaya, sin oxígeno extra, y busca coronar las 14 montañas más altas del mundo

Magaly afirma que Ely Yutronic se hizo conocida por coqueteos con Paco Bazán: “En el noticiero no te conocía nadie”

Universitario sigue en lucha por el título; pero cremas no se salvaron de los memes

Magaly le responde FUERTE a Pamela Vértiz: “Solidaridad entre mujeres no es ser alcahuete” | VIDEO

Lectores pasan con caja con la Súper Mamá

La Seño María: Universidades de cartón