¿Quién no ha tenido un arrebato en su vida y actuado por impulso? Creo que la mayoría. Y es que es casi normal que determinadas situaciones nos hagan perder el control. El problema surge cuando normalizas esta situación, te dejas llevar por la ira y la tomas como parte de tu personalidad.
El psicólogo Ítalo Arrué explica que la emoción de enojo es totalmente válida en el ser humano, lo que no es válido es la forma agresiva de expresarla.
“Si tus ‘arranques impulsivos’ son frecuentes e incontrolables, lo más probable es que haya un trastorno explosivo intermitente rondando por ahí. Está muy vinculado con la infancia, abandono, exceso de autoridad, intolerancia al fracaso, situaciones estresantes, falta de empatía, entre otros”, comenta el especialista.
Arrué comparte cuatro consejos para que logres controlar esos impulsos o ‘arranques de ira’:
- Identifica qué situaciones te suelen hacer perder el control y analiza las razones.
- Piensa antes de hablar o actuar. Ponte en el papel de la otra persona e interioriza cómo te sentirías si te responden así.
- Entiende que nadie tiene la capacidad de controlarlo todo, eso quiere decir que algunas cosas saldrán fuera de tus planes. Acepta el fracaso y tómalo como aprendizaje.
- Practica terapias de relajación.
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