Si enterarte de la de tu pareja es de por sí una de las situaciones más difíciles que ponen a prueba tu autoestima, descubrir que familiares y amigos de tu entorno ya sabían o sospechaban de sus andanzas es todavía más doloroso.

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La psicóloga Juliana Sequera comenta que detrás de esta conducta hay mucha vergüenza y rabia. Las mujeres se ven doblemente traicionadas.

“Se sienten el hazmerreír de familiares y amigos. Aquí hay dos tendencias muy marcadas: los que sentirán la vergüenza del ‘qué dirán’ y se aislarán del mundo, y aquellos que reclamarán por qué no les dijeron nada en su momento. Inclusive, estas últimas podrían cortar lazos con estas amistades al considerarlas cómplices de la infidelidad”, indica la experta.

En este caso, una persona engañada debe tomar en cuenta que es un tema muy delicado y que, si no se tiene la certeza, no puede soltarse tan a la ligera. Además, queda la duda de cómo la víctima pueda reaccionar a tamaña noticia. Puede entrar en negación o enfurecer y ‘matar’ al mensajero (por así decirlo).

“Después de enterarse del engaño, la mente de esa mujer estará nublada y buscará explicaciones o respuestas donde no las hay. Ella debe reparar que quien le hizo daño y dejó en ridículo fue su pareja infiel, no las demás personas”, agrega.

DATITO

Muchas personas que son testigos de una infidelidad y no la cuentan es porque no quieren herir a la víctima, temen su reacción ante la noticia o están seguras de que no les creerán.

¿Por qué se le critica tanto a la mujer que perdona una infidelidad?

Si bien la es un acto de traición en la pareja que es duramente condenado por la sociedad, no es nada comparado con las críticas que recibe la mujer que perdona una ‘sacada de vuelta’ y regresa con el infiel.

La psicóloga Juliana Sequera asegura que existen grupos muy marcados en la sociedad que critican a la mujer engañada por perdonar, y otros que lo hacen por no darle una oportunidad más a la pareja. “Muchos se escandalizan con este perdón porque lo asocian con falta de autoestima y carencias afectivas, o ven imposible que el infiel cambie. Lo peor de esto es que varias parejas no se dan otra oportunidad por miedo al qué dirán”, comenta la doctora.

Además, Sequera afirma que más allá de los dimes y diretes que siempre existirán, la mujer herida debe enfocarse en los motivos por los que quiere salvar la relación y entender que perdonar es solo el primer paso. Se necesita mucho compromiso y trabajo de a dos para dar una segunda oportunidad.

“Si todavía hay razones para luchar por la relación, entonces será más fácil pasar la página. Pero si crees que debes hacerlo solo por los hijos... esa relación está condenada al fracaso”, advierte la especialista, y enfatiza que cada mujer u hombre es libre de perdonar o no una infidelidad, pues cada historia es diferente.

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