Si se hiciera una encuesta mundial para conocer cuáles son los tres mayores deseos de las personas para el Año Nuevo, seguramente serían: salud, estabilidad económica, paz y felicidad.
Si retrocediéramos cien años, las prioridades quizá eran distintas, empezando por lo económico y dejando la salud al final.
Hoy en día, en cambio, no podríamos disfrutar de nada sin una buena salud. Estamos más convencidos de la importancia no solo de vivir más años, sino de vivir mejor: la calidad de vida ya no se mide únicamente en términos económicos, sino también en comer correctamente y evitar enfermedades que podrían acortarla.
El deseo de estar saludables nos garantiza un buen desempeño laboral, relaciones más sanas con los demás y una mejor relación con nosotros mismos.
Hoy, amigos, después de un año de trabajo, hagamos un pequeño recuento de cuánto estamos invirtiendo en nuestra salud y en la de los nuestros, y propongámonos mejorar: comer bien, descansar lo necesario, trabajar lo justo, movernos lo indicado y, sobre todo, alimentarnos de buena información.
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