Al llegar a diciembre, muchas personas sentimos el agotamiento mental y corporal, y es que en la mayoría de empresas los cierres de fin de año son un cúmulo de trabajo, así como las reuniones por Navidad, en donde hay más comidas y bebidas.
A esto le sumamos los gastos navideños y ya empezamos a sufrir la presión y el estrés. La salud muchas veces queda de lado y el verdadero problema llega luego con una factura que se traduce en sobrepeso, problemas cardiacos y metabólicos.
La prevención para estas fiestas la podemos resumir en tres herramientas fundamentales: alimentación, actividad física y descanso adecuado.
Si empezamos por estos tres pilares de la salud, diciembre simplemente será el mes de mayor rendimiento en salud corporal y mental. Planificar y dar prioridad a las reuniones de fin de año nos quitará el agobio de querer cumplir con todos en lugar de cumplir con nosotros mismos, cuidándonos y evitando excesos.
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